Un salvaje triple homicidio ocurrido en el barrio Yacyretá de Posadas sejó perpleja a la sociedad de Misiones. El presunto homicida, de 27 años, se presentó ellunes a las 15, en la comisaría Sexta y confesó que había matado a su ex concubina, y a los dos hijos de ésta, de 10 y 14 años. Dijo que utilizó un hacha o una maza de hierro, que fue el viernes por la madrugada, y que inclusive cavó un foso, en la misma casa, para esconder los cuerpos. El Juez que entiende en la causa confirmó que el asesinato data de 48 o 72 horas. El hecho se conoció a partir de la presentación espontánea del supuesto asesino.
Hernán Ruiz (22) el hijo que llegó a la casa de la tragedia y se encontró con la madre y sus hermanos más chicos asesinados, dijo que ella había hecho varias denuncias. «Porque él siempre la amenazaba de muerte. La maltrataba a ella y a mi hermano menor». Profundamente conmovido explicó que estas denuncias «no lograron nada. El se escapaba y se iba a la casa de la madre que vive acá cerca a esconderse. La Policía salía a buscarlo pero no lo encontraba».
Dijo que sólo el más chico vivía efectivamente con su mamá, por lo que la jovencita de 14 -la tercera víctima- habría estado circunstancialmente en la casa al momento del ataque. Los demás hijos -la mujer era madre de siete-residen en otros barrios de Posadas, uno en Iguazú y la hija mayor en Buenos Aires.
Manifestó que la Policía no le informó sobre lo ocurrido. «Sé que aparentemente los mató hace varios días. Hizo un pozo debajo de la cama y ahí los enterró. Pero tampoco me dejaron ver el sitio», añadió.
Indicó también que «se habían separado hace unos tres meses. El regresaba pero solo de visita. Cada vez que se encontraban discutían mucho».
El homicida, identificado como Juan Ordino (27) se presentó sólo ante la Seccional Sexta de Policía del barrio Yacyretá, en la zona oeste de Posadas, donde reveló que había matado a su concubina y los dos hijos menores de la mujer, a golpes de hacha.
El feroz criminal habría relatado con asombrosa frialdad la sucesión de los hechos, que terminaron con la muerte de su concubina María Fleitas (45), y de los hijos de ésta Mauricio (10) y Betiana (13) Ruiz, quienes dormían cuando fueron asesinados, al parecer, a golpes de hacha.
Los investigadores del caso, de acuerdo con la confesión del homicida, sostienen que la mujer y sus hijos fueron asesinados durante las primeras horas de la madrugada del viernes último. Dicen que Juan primero le asestó un mazazo a la mujer, y luego se fue a donde dormían los niños, a quienes mató a sangre fría y sin miramientos, presumiblemente con un hacha, cuando los dos menores estaban pernoctando.
La crónica de los hechos revela también que Juan, esa misma madrugada, cavó un pozo en un cuarto de la casa para enterrar los cuerpos. Y que, en la frialdad de su triple crimen, llegó a cortarle las piernas a su pareja, para que pueda caber en el hoyo de sepultura.
La «casa del horror» esta ubicado en el barrio Yacyretá, en las inmediaciones de la esquina de la avenida 115 (Braulio Areco) y calle 66, donde los vecinos coincidían en relatar que Juan, el sospechoso, tenían «una personalidad agresiva, irascible y afecto al alcohol y la drogas».
También trascendió, en el lugar de los hechos, que Juan pasó a ser de hijastro a esposo cuando su padre, un hombre mayor, hace un par de años la dejó a Fleitas y se fue a vivir a otra casa de la ciudad capital.
Los vecinos relataron que Juan tenía una relación amorosa con la mujer, que la pareja vivía en un estado de violencia permanente y que nadie hacía nada para frenar un desenlace terrible y casi premeditado.
Otro dato de la alevosía del triple crimen que conmueve a los misioneros es que el criminal, utilizó el fin de semana para tratar de vender la casa del horror, donde habría pedido 15 mil pesos a un conocido, una transacción que finalmente no llegó a concretarse.
