El desafío de gestionar la esperanza.
Con Alberto Fernández ya instalado en la Casa Rosada, escribe Martín Caparrós, la principal urgencia de su flamante gobierno será sacar a los argentinos de la pobreza.
Alberto Fernández es un peronista clásico: uno que trata de quedar bien con todos los que puede, que intenta integrar a cuantos más mejor. Comparado con la rispidez de los discursos kirchneristas, su tolerancia y amabilidad funcionaron como un bálsamo, y así consiguió navegar con cierta calma la transición hacia su presidencia. Pero ya no será suficiente; es fácil decirle a cada uno lo que espera oír; es mucho más complicado contentar a todos cuando hay que definir qué se hace y qué no.
Origen: El presidente Fernández y el hambre en la Argentina – The New York Times