Hijo de agricultores, José Cerepak se crió en Colonia Gisela. Al pertenecer a una familia productora, luchó por los derechos del sector estando ya en su tarea pastoral. Acompañó activamente a los movimientos agrarios misioneros, acción por la que fue detenido en la Dictadura de 1976 y estuvo exiliado en Alemania, desde donde continuaba colaborando con alimentos, ropas u otros elementos que se requerían en la Tierra Colorada.
«Era de los denominados del Tercer Mundo, por ser considerado revolucionario, estaba involucrado con los más humildes», destacó a la subsecretaria de Derechos Humanos, Amelia Báez. Fue ordenado sacerdote en la Iglesia Catedral de Posadas, de la que llegó a ser cura párroco, y se desempeñó también en Montecarlo y en Colonia Alberdi. En la parroquia de esta localidad son velados sus restos y allí lo enterrarán este miércoles, a las 9.
Mientras desarrollaba su tarea pastoral en la parroquia Nuestra Señora de Fátima de Montecarlo, fue detenido por fuerzas represoras en 1976. Vivió en Alemania durante su exilio y desde allí continuaba colaborando con los misioneros.
«Toda su niñez vio la lucha de los agricultores entonces comprendía eso. Se fue involucrando y luchando por sus derechos. Y fue por esta participación activa por la que lo detuvieron», contó Báez.
Actualmente, ejercía el sacerdocio en Colonia Alberdi. Czerepak falleció en la mañana del martes, víctima de un cáncer.