Palestinos e israelíes reanudan esta semana sus conversaciones de paz directas tras un hiato de 20 meses, con un encuentro en Washington junto al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y en medio de amenazas palestinas de patear el tablero si Israel retoma la colonización de tierras que exige para su Estado. A tres días de la gran cita con Obama, los gobiernos del presidente palestino, Mahmud Abbas, y del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvieron a reflejar hoy su escepticismo y pesimismo, con sus posiciones muy alejadas y dominadas por la desconfianza mutua.El primer ministro palestino, Salam Fayyad, quien tiene un plan para proclamar unilateralmente un Estado palestino el año próximo en caso de que fracasen las negociaciones, dijo hoy que Israel enfrentará «el momento de la verdad» ahora que deberá explicar qué tipo de Estado pretende para los palestinos.
Netanyahu, por su parte, dijo hoy que un acuerdo de paz con los palestinos deberá no sólo reconocer a Israel como Estado judío, sino también incluir disposiciones «efectivas» que garanticen la seguridad nacional de su país.
El encuentro en Washington marcará la primera conversación cara a cara entre los gobernantes palestinos e israelíes desde fines de 2008, cuando una ofensiva israelí contra el movimiento palestino Hamas en la Franja de Gaza interrumpió las últimas negociaciones de paz directas entre las partes.
Al conflicto siguió un cambio de gobierno en Israel, con la asunción de una coalición de partidos nacionalistas contrarios a las concesiones a los palestinos que según las analistas limita el margen de maniobra de Netanyahu en las negociaciones.
La administración Obama retomó este año las presiones sobre las partes para volver a negociar y arrancó a Israel una moratoria de la expansión de sus colonias en Cisjordania, parte de los territorios que los palestinos reclaman para su futuro Estado, junto con Gaza y Jerusalén este, el sector árabe de la ciudad.
Abbas, que aceptó negociar luego de meses de contactos indirectos mediados por Washington y de exigir, sin suerte, el fin de toda actividad de colonización israelí, dijo ayer por enésima vez que interrumpirá las conversaciones directas si Israel no extiende la moratoria en Cisjordania.
Lejos de sentirse presionado, Netanyahu sostuvo también ayer que nunca se comprometió ante Estados Unidos a prolongar la veda de nuevas obras en las colonias judías.
Fayyad, quien meses atrás acusó a Netanyahu de querer un estado insignificante para los palestinos, renovó hoy públicamente sus dudas sobre las intenciones de Israel, informó la cadena CNN.
«¿Qué clase de Estado tiene en mente el señor Netanyahu cuando habla de `Estado palestino`?», se preguntó hoy Fayyad en un encuentro con la prensa en sus oficinas de Rammalah, capital de Cisjordania y sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
«Creo que esta es una cuestión más fundamental y pienso, sin querer prejuzgar lo que sucederá en los próximas días, en las próximas semanas, que nos estamos acercando a ese momento de la verdad», expresó.
«Algunas preguntas realmente necesitan ser respondidas», agregó Fayyad al presentar un programa más detallado de los pasos que su gobierno pretende dar en los próximos 12 meses para completar su plan de construir las instituciones del futuro Estado palestino.
Netanyahu habló de disposición a un retiro de Cisjordania pero no de la totalidad del territorio palestino, y es seguro que la presunta disposición no incluye a Jerusalén este.
Además, según su concepción el estado palestino debe ser desmilitarizado y sometido a restricciones muy severas, por lo que su viabilidad como estado verdadero es por demás dudosa.
El premier israelí insistió hoy en que el reconocimiento de Israel como Estado judío y las medidas que garanticen sus seguridad deberían ser el centro de la agenda a tratar, pese a que los palestinos exigen comenzar por los temas calientes, como fronteras, refugiados palestinos y soberanía de Jerusalén este.
No nos contentaremos con documentos y promesas, ni permitiremos de nuevo los disparos de miles de proyectiles desde territorio de la ANP contra Israel, como pasó luego de que nos retiramos hasta del último centímetro de la Franja de Gaza y del sur del Líbano», dijo el premier tras reunirse con miembros de su partido Likud.
«Queremos ver medidas sobre el terreno que garanticen la seguridad de Israel y de sus ciudadanos», insistió, y consideró que es posible «arribar a un acuerdo que asegure la paz, la seguridad y la prosperidad a nosotros, a nuestros vecinos y si es posible también a otros países del mundo árabe».
Netanyahu y Abbas son esperados el miércoles en Washington para una cena formal con Obama que se seguirá, al día siguiente, del lanzamiento formal de las conversaciones de paz directas, junto a a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.