En un Brasil conmovido, Lula espera iniciar la quimioterapia

El ex presidente Luiz Lula da Silva, a quien se le diagnosticó cáncer de laringe, iniciará este lunes los estudios para ser sometido cuanto antes a un tratamiento de quimioterapia, en medio de la fuerte conmoción que generó en Brasil la noticia de su enfermedad. Lula pasó la jornada de este domingo en su departamento de Sao Bernardo Do Campo, con su familia, y con el partido de su amado Corinthians frente al Avaí por televisión como única actividad ineludible.

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Por lo pronto, está decidido que no hará ninguno de los viajes al exterior que tenía programados, aún cuando dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) dan por seguro que el ex mandatario retomará la actividad política pronto.

Mientras, se supo este domingo que el propio Lula pidió a los médicos que le detectaron el cáncer -en el Hospital Sirio Linabés de San Pablo- que la noticia sea transmitida de inmediato y con transparencia a los medios de comunicación.

«Estamos siendo supertransparentes a pedido del propio ex presidente Lula, y el pronóstico de este tipo de cáncer es muy bueno», declaró el oncólogo Paulo Hoff, que forma parte del grupo que atiende al paciente.

Ese mismo equipo médico es el que descartó realizarle una cirugía por los efectos que esto podría tener en su habla, algo vital para el presidente honorario del PT.

«Decidimos no someterlo a una cirugía; no sería una buena opción, porque habría riesgo de que quedara comprometida o perdiera la voz», declaró el oncólogo Artur Katz, otro integrante del cuerpo de profesionales.

Por haber sido detectado precozmente el cáncer de laringe podrá ser neutralizado con la quimioterapia y «las chances de cura son muy grandes», declaró Katz al sitio del semanario Epoca.

Lula se dejó ver este domingo en el balcón de su departamento con su nieto Pedro en brazos, mientras custodios del predio comentaron que su esposa, Marisa Leticia, preparó el almuerzo para la familia, según reportó la agencia Ansa.

El ex gobernante y su esposa se encuentran desde el sábado a la noche en el departamento familiar de Sao Bernardo do Campo, en el cordón industrial de San Pablo, tras haber recibido la noticia de su enfermedad en el hospital paulista donde se le practicó una biopsia.

Allegados al ex jefe de Estado revelaron que varios dirigentes llamaron por teléfono para saber del estado de salud de Lula, pero se les informó que el paciente precisa cuidar sus cuerdas vocales y no es conveniente visitarlo.

Aún así está previsto que este lunes, cuando Lula iniciará el tratamiento de quimioterapia y radioterapia, reciba la visita de la presidenta Dilma Rousseff, quien sí conversó con la esposa de Lula, y difundió un comunicado en el que expresó su confianza en la recuperación de su antecesor, reveló la estatal Agencia Brasil.

A las palabras de Rousseff, y las que el sábado expresaron los presidentes de Paraguay y Ecuador, Fernando Lugo -también curado de cáncer- y Rafael Correa, respectivamente, se agregaron este domingo expresiones de acompañamiento del venezolano Hugo Chávez y del nicaragüense Daniel Ortega, junto a otras de dirigentes de la oposición brasileña.

La dolencia del ex gobernante (2003 y 2010), quien siempre gozó de buena salud, es el tema excluyente en los medios de comunicación, las redes sociales y el ambiente político de Brasil.

En tanto, dirigentes del PT consideran que una vez repuesto de los efectos de la quimioterapia, que se prolongará durante tres meses, Lula retomará el comando de la estrategia partidaria con vistas a las elecciones municipales de 2012.

Las fuentes consideran, sí, que Lula participará en menos actos públicos, debido a los problemas que afectarán su habla.

En el plano externo, su actividad será reducida y este domingo ya se supo que no viajará a Venezuela, donde iba a reunirse por segunda vez en el año con Chávez, también enfermo de cáncer, Estados Unidos y República Dominicana.

El titular de la Fundación Lula, Paulo Okamoto, dejó entrever además que directamente no habrá giras internacionales en lo que queda del 2011.

El secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, admitió que l noticia sobre la salud de Lula dejó a los miembros del gobierno «abatidos y preocupados», peor se manifestó confiado en que «como Lula tiene una energía y una fuerza muy grandes, podrá superar esta fase».