Durante la tarde del miércoles se complicó la situación del Lisandro S., detenido por el asesinato y violación de la estudiante Lucía Maidana. Declararon los amigos de la «coartada». Uno de ellos dijo que Nicolás se cambió de ropa en su casa cuando llegó a tomar unos fernet, en la previa del boliche. Se ordenarán nuevos peritajes. Los otros, realizados en las prendas que se secuestraron en la casa de su madre, lo beneficiaban por dar resultados negativos en rastros de sangre y hollín. Aún no está procesado por el crimen.
El juez penal Marcelo Cardozo se tomará el tiempo para resolver la situación procesal de Nicolás S. (23), el estudiante de antropología detenido e investigado por el brutal crimen y violación de Lucía Maidana, la universitaria oriunda de Capioví que fue hallada muerte en medio de un incendio intencional, el pasado sábado 6 de abril, en una habitación del inquilinato donde vivía en Posadas.
Nicolás S. se encuentra alojado en un calabozo de la Dirección de Investigaciones. Al mismo tiempo, tres de sus amigos de barra prestaron declaración testimonial ante el Juez Cardozo, en los tribunales de la calle Santa Fé.
Nicolás, cuando declaró el sábado último, los nombró como parte de su coartada defensiva. Dijo que ese sábado por la noche, cuando sucedió el crimen de la joven Maidana, estaba con los tres tomando unos tragos de fernet.
Uno de los testigos, de apellido Zárate, declaró cerca de las 19 de este miércoles ante el juez y en su relato habría confirmado que Nicolás se juntó con ellos ese sábado. Pero el magistrado se detuvo en un detalle del relato testimonial de Zárate: dijo que Nicolás pidió cambiarse de ropa cuando llegó a la casa, ya se sentía sucio.
De inmediato, una comisión policial, junto al joven Zárate, se dirigieron hacia la casa del testigo y secuestraron las prendas de vestir que Nicolás se habría cambiado esa noche de sábado, cuando tomaba unos tragos con sus amigos.
Obviamente, Cardozo decidió que también se hagan pericias sobra esa ropa.
Por la tarde del miércoles, se había difundido la versión judicial de la presunta puesta en libertad de «Nico», por falta de mérito, cuando trascendió que otras prendas de vestir, zapatillas y un par de ojotas, secuestradas en la casa de su madre, no habían arrojados resultados positivos que colocaran al sospechoso en la escena del crimen. Se hablaba de rastros de sangre y de hollín que no fueron detectados en las prensas incautadas el jueves de la semana pasada, cuando la Policía inspeccionó el departamento donde Nicolás vive con su madre.
El juez Cardozo, en una improvisada rueda de prensa ofrecida en la puerta de tribunales, dijo a M4 que se tomará el tiempo necesario para descartar las dudas del caso. Admitió que éste miércoles tenía pensado resolver la situación procesal de Nicolás, pero con los testimonios de sus amigos, las «nuevas prendas sucias» que el muchacho se cambió y dejó en la casa de sus amigos, más la posible concurrencia al juzgado de los familiares de la víctima, la decisión del juez Cardozo podría estirarse para hoy jueves o, inclusive, para mañana viernes.
Mientras las definiciones del caso, al menos en torno a la culpabilidad o inocencia de Nicolás se aceleraban en el primer piso del juzgado de Instrucción Uno, en la calle San Fé, la madre del joven, sus hermanas y otros familiares hacían su propia vigilia en plena vereda, alejados de los flases y micrófonos de la guardia de los medios de prensa.
