Corrientes / Criminalización de protesta | Detuvieron a productor agropecuario por una remera reclamando caminos en buen estado

Sin actuación judicial y con la clara intención de criminalizar un reclamo legítimo, la policía correntina demoró por unas horas a un estanciero que llevaba estampada una leyenda relacionada con rutas en mal estado

Francisco Román Arroniz, productor agropecuario, fue detenido durante un acto en Yapeyú, Corrientes (el 25/02), cuando buscaba visibilizar la precaria situación de los caminos rurales. La insólita detención ocurrió durante la celebración del 246° aniversario del nacimiento de San Martín, encabezado por la vicepresidenta Victoria Villarruel y el gobernador Gustavo Valdés.

Arroniz, integrante de un grupo que protesta por el mal estado de los caminos rurales en la provincia de Corrientes, cometió el presunto delito de llevar remeras con el lema “Sin rutas no hay producción”.

Ante este acto sin precedentes, el hombre denunció un intento de neutralizar su reclamo: “El objetivo era claramente neutralizarme para que no se exponga el malestar de los productores autoconvocados por el estado de las rutas”, afirmó en diálogo con medios locales.

El productor describió el episodio como un hostigamiento con “muy mala actitud” por parte de los efectivos policiales. A pesar de las horas de detención y las circunstancias, Arroniz descartó emprender acciones legales, ya que su objetivo principal es resaltar la situación de las rutas provinciales que considera “detonadas”.

El detenido nunca ocultó que él y otros productores tenían la intención de visibilizar, durante la presencia de la vicepresidente, la problemática del “deplorable estado de las rutas y caminos en la provincia”.

Previamente, Arroniz había expuestos reclamos en entrevistas periodísticas, destacando especialmente el deterioro de la Ruta 40 en Carlos Pellegrini, una situación que obstaculiza el transporte de la producción agrícola.
Además de detenerlo, los efectivos de seguridad sometieron a Francisco Román Arroniz a un registro de su mochila, confiscándole además su documento de identidad. Adicionalmente, le asignaron una custodia compuesta por miembros de las fuerzas especiales. El agricultor no se dejó amedrentar y expresó a los policías que su estancia en la comisaría por un día no le generarían ningún problema. A pesar de las amenazas de retenerlo durante toda la noche, fue liberado en pocas horas.

La liberación del agricultor se llevó a cabo sin que el acta correspondiente, emitida en la comisaría, registrara los motivos concretos que llevaron a su detención, generando dudas sobre la legitimidad de las acciones de las fuerzas de seguridad durante el incidente.

Legisladores correntinos opositores anunciaron su propósito de presentar un pedido de informes en relación con la detención del empresario rural, que consideran ilegal.

Lo cierto es que la situación incómoda e intimidante contra Francisco Román Arroniz permitió que se conociese el estado pésimo de los caminos rurales, pero, también, una peligrosa actitud policial (avalada por el Gobierno de Corrientes), atentatoria contra derechos y libertades individuales consagrados por la Constitución Nacional y las leyes de todas las jurisdicciones.