Eduardo de Lima, el padre de Rita, quien desapareció embarazada de 9 meses el viernes y apareció el lunes último sin el bebé, asegura que también desean encontrar a la criatura «con o sin vida». Sostuvo que, cuando recibieron mensajes del mismo chip de su hija, un tío habría ofrecido plata para el rescate «pero para mí que querían el chiquito». Dijo, además, que cuando la encontraron en la terminal de San Ignacio «ella estaba muy mal y llorando y pedía que no traiga a la policía. No se lo que pasa ahí, pero es todo muy negro», marcó. La policía allanó la casa de la familia y secuestró el celular adonde se recibieron los mensajes del supuesto conductor de la camioneta que atropelló a Rita. Algunos investigadores creen que en las próximas horas podría quebrarse la mujer y contar lo que realmente sucedió.
Contó además que su hija dijo que cuando le mostraron a su hijo «supuestamente no lloró la criatura y eso no puede ser», aseguró.
Eduardo de Lima asegura que su hija «está mal y está choqueada y está con custodia permanente».
En relación a la supuesta desaparición del bebe dijo que fueron a todas las clínicas y hospitales preguntando por la criatura con la foto de la madre. Según Eduardo, un tío de Rita, «que tiene mucha plata le ofreció plata por el rescate, pero para mí que querían el chiquito», expresó.
Respecto al supuesto secuestrador, señaló que «una persona mandaba mensajes al esposo de Rita donde primero decía yo no quería hacer nada, yo le choqué y la dejé en la ruta y ahí hicimos la denuncia y después decía que estaba loco, que estaba empedo y que se iba a entregar». El padre dice que los mensajes fueron enviados con el mismo chip del celular de su hija.
Al ser consultado si Rita tiene marcas de haber sido atropellada por una camioneta, como dice, el padre afirma que «ella tiene golpes en el tobillo y en la rodilla».
La policía allanó el domicilio de la madre del bebe y secuestró el celular a donde supuestamente llegaban los mensajes. Además extendieron la investigación a hospitales, sanatorios y salitas. Asimismo a dependencias de peajes para ubicar a la camioneta que supuestamente habría atropellado y trasladado a Rita.
La joven quien tiene otros dos hijos, insistió en que no realizó ninguna transacción y reclamó que la devuelvan «viva o muerta». Comentó, no obstante, que lo sucedido es «raro y complicado». «No puedo entender lo que me pasó, pero no quiero que digan que vendí a mi bebé, eso nos lastima a mí y a mi familia», dijo.
De Lima indicó que luego fue una pareja quien la auxilió y llevó hasta un sanatorio, donde se produjo el parte. Allí le habrían mostrado el bebé, pero le dijeron que había nacido sin vida.
La chica asegura que escapó de la clínica, tomó un colectivo y bajó en San Ignacio, desde donde llamó a sus padres el lunes a la noche.
Los investigadores sospechan que la mujer no dice toda la verdad. Es por eso que el juez de Instrucción Fernando Verón pidió un informe a una empresa de celulares para conocer las llamadas entrantes y salientes, mensajes de texto y las antenas que se utilizaron para las comunicaciones. Por otro lado, se pedirá a los registros de las personas que informen sobre los nacimientos anotados en esos tres días que duró la ausencia de De Lima.
Desde la Policía no descartan la posibilidad que la mujer haya entregado a su hijo e inventado la historia para justificar ante su familia la ausencia del bebé.
De Lima ya declaró ante la Policía pero es probable que vuelva a hacerlo, ya que los investigadores quieren tratar de obtener otros datos que puedan arrojar un poco más de luz sobre el confuso hecho.