Rubén Schnimg, quien era el único detenido por el brutal asesinato de María Elena «Marilyn» Bárbaro, fue liberado el martes tras casi siete años de reclusión en la Unidad Penal 2 de Oberá. De esta forma, ya recuperaron la libertad los cinco jóvenes que estuvieron tras las rejas por el homicidio ocurrido el 17 de abril del 2004. De esta forma el caso queda sin detenidos y sin juicio a la vista para determinar quienes fueron los asesinos.
Schnimg fue beneficiado con la excarcelación bajo caución juratoria ordenada por la jueza Marta Arrúa, subrogante del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá, donde se sustancia la causa.
El martes por la mañana el imputado fue notificado del oficio en sede judicial, inmediatamente quedó en libertad y fijó domicilio en esta ciudad.
«No estoy sorprendida, porque todo el proceso por el asesinato de Marilyn contrarió las normas judiciales y se cometieron errores y transgresiones», dijo Juana la hermana de Marilyn al enterarse de la noticias.
«Es muy grave lo que ocurrió porque no hubo ningún condenado en esta caso, ni siquiera Schnimg, que declaró haber estado en el lugar del hecho la noche que mataron a Marilyn», subrayó la hermana de la víctima.
Precisamente, fue Schnimg fue el único de los cinco procesados que reconoció su participación como campana en la noche del 17 de abril del 2004, cuando él o los asesinos mataron y enterraron en su propia casa a Marilyn, quien padecía una discapacidad física.
Recodemos que los otros imputados y también liberados fueron:Matías Ortiz, hijo de la ex diputada provincial y actual funcionaria del gobierno de la Renovación, Marlene Carvallo; Gabriel Piotroski, Patricio Do Santos y Daniel «Chaparro» Núñez.
En casi siete años, la familia Bárbaro trajinó todos los carriles posibles para hallar justicia, al tiempo que denunciaron la injerencia del poder político en la causa. Será un crimen más que quedará sin justicia.
