La jueza en lo Civil, Comercial y Familiar de Jardín América, Marcela González, confirmó que después del análisis, desde el día miércoles se encuentra abocada a la causa por la muerte de la menor de Puerto Rico. Afirmó que no tiene causales de inhibición, lo que no quita que los familiares puedan tener alguna disconformidad con mi intervención, dijo y adelantó: «hay pruebas de suma importancia que están por llegar». En los próximos días se pediría el juicio político al primer juez de la causa, Ector Acosta. Su hijo aparece implicado en el expediente judicial.
«Eso es lo primero que se hace cuando uno recibe una causa, analizar si existen motivos de inhibición, yo no los tengo, lo que no quita que los familiares puedan estar disconformes con mi intervención».
La jueza González, sin dar demasiadas precisiones dado que recién toma contacto con el expediente, adelantó que «hay pruebas de suma importancia que están por llegar. Tenemos la convicción de que con los pasos que se siguen llevaremos tranquilidad a la familia».
La adolescente de 14 años fue brutalmente asesinada hace un mes en la localidad misionera de Puerto Rico, y por el crimen sólo hay está detenido Francisco B., un panadero de 51 años.
«El hijo del juez surge en el cuarto cuerpo del expediente», explicó Miguel Babeiro, abogado del panadero, que consideró que debería haberse apartado «desde el primer día».
El Colegio de Abogados de Posadas pedirá el juicio político de Acosta por entender que incurrió en irregularidades durante la investigación: «Si un juez tiene un familiar involucrado en el caso que investiga debe dejar el caso automáticamente», explicó Rodrigo Bacigalupi, titular de la entidad.
Bareiro señala que su defendido está preso «por algunas pruebas circunstanciales que aparecen en el expediente» señalado por «testigos que lo vieron en el barrio de la chica cuando se iba a jugar al hockey» el 26 de septiembre pasado, un día antes de ser asesinada.
Durante un allanamiento a su casa, la policía secuestró su vehículo y ropa (una campera, un jean y un par de zapatillas) con la sospecha de encontrar rastros de ADN de la víctima. Detenido desde hace veinte días, su abogado cree que «no hay elementos suficientes para que permanezca detenido».
El próximo sábado se cumplirá un mes del crimen.