El portero Jorge Mangeri, único imputado por el crimen de la adolescente Angeles Rawson, está «con mucho miedo y angustiado» y ratificó que fue víctima de un ataque por parte de policías. El ex encargado del edificio de Ravignani 2360 del barrio porteño de Palermo hizo esas manifestaciones al equipo de abogados que lo entrevistó esta tarde en la cárcel de Ezeiza y que asumirán su defensa formalmente el lunes.
Uno de ellos, Marcelo Biondi, dijo a Télam que Mangeri firmó la designación del estudio de Miguel Angel Pierri para que lo represente, pero, debido al fin de semana largo, recién podrán tomar contacto con el expediente el lunes.
«El está con mucho miedo y angustiado por la situación que vivió y nosotros creemos que esa intimidación debe ser investigada porque hubo golpes y cosas de una época nefasta del país que no queremos que se vuelvan a repetir», sostuvo Biondi.
Tras la detención, la esposa, Diana Saettone, dijo que Mangeri es «inocente» y que antes de que quedara preso el viernes, unos hombres que bajaron de «un patrullero de los viejos» lo encapucharon y «ahí empezó el maltrato, le pegaron, lo quemaron, lo picanearon».
«Es una tema muy grave», manifestó Biondi, quien prefirió no dar más detalles del episodio hasta que tome contacto con el expediente.
Sobre esto, la fiscal evaluó -de acuerdo con el dictamen médico que le hicieron llegar- que las lesiones «se corresponden en realidad con la defensa de la víctima frente al ataque y con el intento posterior de borrar esas huellas en su cuerpo por parte del imputado», según el comunicado oficial difundido el lunes.
En tanto, Jorge García, un amigo de Mangeri, contó que el viernes atendió al encargado en su casa cuando le dijo que acababa de sufrir torturas y «aprietes» policiales por el crimen de Angeles.
Acerca de la causa, Biondi dijo que «la investigación no tiene por ahora un móvil, que si bien no es necesario para probar nada en un proceso, es una cuestión muy interesante porque el caso tiene mucha trascendencia».