Carlotto: «Bussi se llevo sus secretos a la tumba»

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se refirió a la muerte del represor Antonio Bussi y dijo que «se llevó sus secretos a la tumba, para lo único que abrió la boca fue para decir barbaridades». «Hoy (por el jueves)ha muerto un señor que nunca confesó, que nunca se arrepintió, y que es más, juró que lo volvería a hacer. Nadie desea la muerte de nadie, pero aunque sea tardíamente empezó a pagar sus culpas», afirmó Carlotto.

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La presidenta de Abuelas lamentó que «ni siquiera nos ayudó a encontrar a los nietos, así que nos toca seguir horadando la piedra».

Carlotto aseguró que Bussi «se llevó sus secretos a la tumba y contra eso no hay nada que podamos hacer, para lo único que abrió la boca fue para decir barbaridades y esperemos que ahora este rindiendo cuentas ante el Señor».

La titular de Abuelas dialogó con Télam durante la XVI asamblea general de la Federación Iberoamericana de Ombudsman, que tuvo como eje la lucha contra la violencia de género.

Al respecto, la militante de los derechos humanos recordó que «a nuestras hijas en los centros clandestinos las torturaban y las violaban, muchas veces delante de sus propios hijos o compañeros, y no importaba si estaban embarazadas. Estas cosas no deben olvidarse, deben quedar escritas y la juventud tiene que conocerlas».

En este sentido añadió: «Ya nadie puede decir hoy que este es un tema banal si ser malvado o ignorante, y para la democracia no hay nada tan necesario como saber la verdad y tener justicia».

«Hay que animar a las mujeres a no silenciar su agravio, es como si nosotros ante la desaparición de nuestros hijos hubiésemos tenido miedo y nos hubiéramos encerrado en nuestras casas a llorar porque no nos entienden», aseguró la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

Carlotto afirmó que «todas las mujeres tienen que saber y poder defenderse, saber que hay espacios donde se las protege, aconseja y auxilia, y saber que la violencia además de física también puede ser psicológica».

«La sociedad ya entiende que las mujeres tenemos derechos, ahora hay que agruparse y juntas defenderlos», arengó.

Carlotto finalizó: «lo que hicimos las Abuelas en su momento fue salir, hacernos visibles, juntar voluntades y darle para adelante, con la violencia de género debemos hacer lo mismo».

El represor Antonio Domingo Bussi, uno de los más duros y crueles integrantes de la dictadura que buscó cobijarse en la democracia, falleció en la ciudad de Tucumán a la edad de 85 años, en medio del inicio de un nuevo juicio que lo tendría sentado en el banquillo de los acusados por sus crímenes de lesa humanidad.

El represor murió a consecuencia de «un paro cardiorrespiratorio por una falla multiorgánica», según confirmó a Télam el médico Ramiro Castellanos.

Bussi ya tenía una condena a prisión perpetua por la desaparición y posterior asesinato del senador justicialista Guillermo Vargas Aignasse.

El represor había nacido el 17 de enero de 1926 en Victoria, Entre Ríos, y a los 17 años, luego de egresar de la Escuela de Comercio de Victoria, ingresó al colegio Militar y se graduó con el rango de subteniente.

La carrera represiva de Bussi comenzó en 1975 al ser ascendido a general de brigada, y puesto al frente de la X Brigada de Infantería de la ciudad de Buenos Aires, y en diciembre de ese año lo destinaron a comandar el Operativo Independencia.

Ya en Tucumán, Bussi trasladó el centro clandestino de detención instalado en Famaillá al Ingenio Nueva Baviera.

Tras el Golpe del 24 de marzo, Bussi fue nombrado el 22 de abril gobernador de la provincia y según un informe de la Comisión Bicameral Investigadora de las violaciones de los Derechos Humanos en la provincia de Tucumán su gestión fue calificada como «un vasto aparato represivo, que orienta su verdadero accionar a arrasar con las dirigencias sindicales, políticas y estudiantiles».

Como gobernador de facto, expulsó a los cerros catamarqueños a todos los mendigos que se encontraban en las calles de San Miguel de Tucumán en junio de 1977 ante la visita del dictador Jorge Rafael Videla para inaugurar la autopista norte de la ciudad.

En 1981 Bussi se retiró, con el grado de General de División.

Con el regreso de la democracia, Bussi se volcó a la vida política y en 1987 participó de los comicios como candidato a gobernador por el partido Bandera Blanca, quedando en el cuarto lugar con más de 96.000 votos.

Al año siguiente, fundó el partido Fuerza Republicana y consiguió la banca de diputado nacional, pero renunció para iniciar la campaña como candidato a gobernador para 1991, cuando fue derrotado por Ramón «Palito» Ortega.

El 9 febrero de 1998, medios periodísticos de Buenos Aires informaron que la fiscal general de Suiza, Carla del Ponte, había detectado una cuenta en un banco helvético (Credit Suisse) a nombre de Bussi.

Cuatro días después, en conferencia de prensa, con los ojos llorosos y balbuceante, Bussi dijo: «Ni niego ni afirmo, porque hay una investigación en marcha que determinará sus conclusiones».

El 15 de octubre de 2003 es detenido por orden del juez federal Jorge Parache, quien lo responsabilizó de la desaparición del senador provincial justicialista Guillermo Vargas Aignasse, perpetrada el 5 abril de 1976.

Su salud comenzó a deteriorarse en los últimos meses, fue internado en varias ocasiones y por recomendación de médicos forenses se le permitió no asistir a las audiencias en varios juicios por delitos de lesa humanidad.