El reconocido periodista Orlando Barone estuvo en Posadas invitado a formar parte de las «Charlas del Bicentenario» que son organizadas por la Jefatura de Gabinete. EN ese marco participó de un interesante encuentro en la Escuela de Música de la provincia dónde concurrieron unas 300 personas. Barone, un hombre de prensa de extensa trayectoria, a pesar de confesar que a veces se siente como «un charlatán de feria. Porque el periodismo es mutante, se está haciendo. No sé quién lo podría definir y lo digo yo que he sido maestro de periodismo». Y agregó que enseñé yo, un desenseñado, así que lo que vengo a hacer es a plantear dudas, pera que cada uno pueda despejarlas». Así, en ese marco se dio la charla que encabezó y que por cierto fue muy interesante para los presentes. Actualmente Barone es columnista del programa 6,7,8 que se emite por Canal 7.
Barone que reunió a Ernesto Sábado y Jorge Luis Borges en un debate que orientó y publicó en una de las grandes editoriales de habla hispana, sostiene que aquella experiencia fue «ocasional» y que lo que se vive en la actualidad es «una bisagra. Estamos en una encrucijada como seguramente hubo otras». Hacía notar que, en las últimas décadas «hemos naturalizado la desnaturalización y hay que ver cómo se vuelve a ser natural; cómo se practica el ejercicio profesional frente a todas estas deformaciones».
El columnista del programa 6,7,8 de la Televisión Pública, hizo notar que «después de estos dos años de foros acerca de la ley de medios hay un cambio en el auditorium que creo que es positivo. Hay un cierto desdén por el periodismo, como lo hubo con los políticos en aquel ‘que se vayan todos’. Después viene una nueva reivindicación y la política vuelve a ocupar su lugar».
Opinó que «el periodismo debiera ser implosionado por los propios periodistas para evitar que venga alguien de afuera a hacerlo». A propósito y como «hombre mayor» dice que le «hubiera gustado que los periodistas hubiéramos dicho que no queríamos más monopolios. Tuvo que venir a decirlo un Gobierno, a decirnos que éramos cautivos y entonces nos dimos cuenta que así era efectivamente».
