Atenas renunció al referendo pero Europa lo toma con cautela

Alemania y Francia, principales artífices del reciente rescate financiero para salvar a Grecia del default, y la Unión Europea reaccionaron con cautela ante el anuncio de este jueves del gobierno griego de que no someterá a un riesgoso referendo el plan de asistencia europeo. La canciller alemana, Angela Merkel, pidió a las autoridades de Grecia que demuestren con «hechos» que no convocarán el referendo propuesto el lunes pasado por el primer minsitro Giorgos Papandreu, en declaraciones al margen de la cumbre de líderes del G20 que comenzó en la ciudad francesca de Cannes.

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«Para nosotros cuentan los hechos, nada más», señaló Merkel sobre la situación en Grecia, donde Papandreu negociaba con la oposición la formación de un gobierno de unidad que apruebe el paquete de ayuda europea sin necesidad de un referendo, informó la agencia de noticias DPA.

La jefa del gobierno alemana reiteró que Atenas debe implementar las reformas y las medidas de ajuste acordadas con la Unión Europea (UE) en la cumbre del 27 de octubre pasado, aunque dijo que no está claro cómo podrá hacerlo.

Reiteró además que un nuevo tramo de ayudas por 8.000 millones de euros podrá ser entregado una vez que Grecia cumpla con sus obligaciones, tal como dijo ayer al propio Papandreu en Cannes durante una reunión previa al inicio del G20 que también contó con la asistencia del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

Merkel aseguró que no quiere inmiscuirse «en la política interna griega», pero que deberá haber desde Atenas un «sí» lo más pronto posible a los acuerdos alcanzados con la UE porque si no será difícil «recuperar la confianza perdida».

Las declaraciones de Merkel se conocieron después de que Sarkozy afirmara en una conferencia de prensa al final de la primera sesión de trabajo del G20 que el mensaje enviado ayer por Francia y Alemania sobre el referendo en Grecia «facilitó una toma de conciencia (por parte de Grecia) que debe confirmarse».

Sarkozy alabó asimismo el apoyo de la oposición griega al plan europeo de rescate, que calificó de «extremadamente importante», y la actitud de Papandreu, que hoy dijo que «el referendo no era un fin en sí mismo».

Por su parte, la Comisión Europea y el Consejo Europeo manifestaron hoy su deseo de continuar con su ayuda a Grecia, pero advirtieron que el cumplimiento del plan de rescate «tiene que estar tan claro como el agua».

«Dada la situación política y social dramática, la unidad nacional y política en Grecia es esencial para que los griegos tengan esperanzas de un futuro mejor», señalaron los presidentes de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, y del Consejo, Herman van Rompuy, en un comunicado conjunto.

Los dos se mostraron convencidos de que «la plena aplicación» del compromiso europeo alcanzado el 27 de octubre, junto al apoyo recibido del G20, «nos permitirá salir de la actual tormenta», para lo cual mostraron su compromiso de aplicar todas las medidas «muy rápidamente».

«Europa es plenamente consciente de su responsabilidad en estos tiempos difíciles. Como el mayor mercado del mundo, tenemos un gran papel en la recuperación de la economía global», concluyeron.

Más temprano, cuando Grecia todavía no había anunciado su marcha atrás con el referendo, la Comisión Europea advirtió que si Atenas abandona el euro -el escenario más probable en caso de un default por un «no» en la consulta- deberá abandonar también la UE.

«El Tratado (de Lisboa) no prevé una salida de la zona euro sin una salida también de la Unión Europea. Esa es la situación actual», declaró en rueda de prensa en Bruselas una portavoz del Ejecutivo comunitario, Karolina Kottova.