Asamblea de la ONU volvió a condenar de manera categórica el bloqueo a Cuba

La Asamblea General de la ONU votó el martes, por 19no. año consecutivo y con una mayoría casi absoluta, una nueva condena al embargo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba y otra exhortación a que se levante la medida, que rige desde 1962. El texto fue aprobado con 187 votos a favor, 2 en contra (los de Estados Unidos e Israel) y 3 abstenciones (Islas Marshall, Palau y Micronesia). Respecto del año pasado, los rechazos a la presentación de la isla perdieron un voto.

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Se trata del decimonoveno año consecutivo en el que la Asamblea General se pronuncia en contra del embargo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde hace medio siglo.

«Es evidente que Estados Unidos no tienen intención alguna de eliminar el bloqueo», advirtió durante el debate el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, para quien «ni siquiera se vislumbra la voluntad para desmontar los aspectos más irracionales de lo que es ya el conjunto de sanciones y medidas económicas coercitivas más abarcador y prolongado que se haya aplicado nunca, contra país alguno».

Rodríguez Parrilla criticó además al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien al asumir el poder, en enero del año pasado, había prometido una «nueva relación» con América Latina, lo que abrió las puertas a especulaciones sobre un posible acercamiento a La Habana.

Según el diplomático, durante esta primera mitad del mandato de Obama «no ha habido cambios efectivos» en la posición de Washington hacia la isla.

Estados Unidos impuso el bloqueo en 1962, después de que el entonces gobierno revolucionario de La Habana se declaró oficialmente comunista, y fue reforzando la medida durante posteriores gobiernos estadounidenses, aunque en los últimos meses Obama dispuso el levantamiento de algunas restricciones.

Al presentar el proyecto de resolución, titulado «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», Rodríguez Parrilla se refirió al embargo como «una medida hostil y unilateral que debe cesar unilateralmente».

«No es una cuestión bilateral. Su marcado carácter extraterritorial está refrendado en las leyes y existen sobrados ejemplos de la aplicación de las medidas coercitivas a ciudadanos y entidades de terceros países», afirmó el canciller cubano.

A la hora de las cifras, Rodríguez Parrilla estimó que el daño económico «directo ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo supera en estos 50 años los 751 mil millones de dólares, en el valor actual de esa moneda».

Tras la presentación de la iniciativa, se sucedieron los discursos de apoyo a Cuba: China, Brasil en nombre de Mercosur, Venezuela, Irán, Rusia, los países africanos y Egipto en representación del Movimiento de Páises No Alineados.

El embajador egipcio, Maged Abdelaziz, justamente, terminó su intervención en la Asamblea utilizando el castellano con la frase: «Termina el bloqueo ahora».

Por su parte, el representante estadounidense, Ronald Godard, defendió que su país, como «todos los otros países», tiene el «derecho soberano» de decidir qué relaciones económicas quiere, e insistió con que el embargo es una cuestión «bilateral» y no algo que deba tratarse en un foro internacional.

Godard le reclamó a Cuba que permita a su población cumplir su «deseo» de «determinar» de «manera libre» su futuro, y que «respete los derechos humanos y la libertad».

El diplomático estadounidense afirmó que su país está preparado para iniciar conversaciones con la isla para buscar «la seguridad y el bienestar de los dos pueblos».

En su réplica, el cubano Rodríguez Parrilla subrayó que la política de EEUU contra la isla «no tiene sustento ético o legal alguno, credibilidad ni apoyo» y enumeró los pronunciamiento de los No Alineados; las Cumbres Iberoamericanas; las de América Latina y el Caribe con la Unión Europea; la Unión Africana y el Grupo ACP (Asia, Caribe y el Pacífico).

Remarcó el diplomático que «en la sociedad norteamericana y en la emigración cubana en Estados Unidos es amplio y creciente el consenso contra el bloqueo y a favor del cambio de política hacia Cuba» y lamentó las «serias consecuencias» del bloqueo «en esferas tan sensibles para la población como la salud y la alimentación».