El domingo 16 de noviembre de 2025, un incendio de gran magnitud destruyó gran parte del frigorífico Campo San Isidro en el barrio Fátima de Posadas, provocando explosiones y una intensa respuesta de los servicios de emergencia, aunque no hubo víctimas fatales.
El pavor llegó con el calor de las llamas y tres explosiones estremecieron al barrio Fátima de Posadas pasada media mañana.
Este domingo, el frigorífico Campo San Isidro ardió en llamas que alcanzaron depósitos, el playón de estacionamiento y despertaron a toda esa zona de la ciudad. El infierno se desató poco después de las 10:30, cuando el sereno, único presente en ese momento, notó el humo y pudo escapar ileso para dar aviso a la Policía. La alerta al 911 movilizó a siete dotaciones, tanto de Bomberos de la Policía como de voluntarios de Posadas, Garupá e Itaembé Miní, que arribaron con premura y tensa urgencia.
El operativo fue tan intenso como caótico: apenas cruzaron el portón, las explosiones dentro del predio los obligaron a extremar medidas y trabajar a resguardo.
“Las detonaciones saltaban entre los autos y el depósito mientras tratábamos de contener el avance de las llamas que, en minutos, arrasaron con todo”, relató uno de los bomberos en medio de la humareda. La escena era dramática: columnas de humo negro se elevaban cientos de metros, visibles desde barrios vecinos; los vecinos, en la vereda, registraban la escena entre la preocupación y la incredulidad.
En el fragor de la batalla contra el fuego, una bombera sufrió una descompensación producto de la falta de oxígeno. Fue asistida rápidamente y su estado no revistió gravedad, confirmaron las autoridades. Pese al peligro y el riesgo de derrumbe, las dotaciones lograron, tras más de una hora, circunscribir el núcleo del incendio y evitar que se expandiera a viviendas linderas.
El foco ígneo destruyó por completo el sector de depósito y el playón de estacionamiento, afectando maquinaria, vehículos y productos almacenados. No hubo heridos entre el personal ni víctimas fatales, aunque las pérdidas materiales se calcularon como severas y el impacto comercial aún es incierto. La Policía valló la zona y mantuvo un amplio cerco para resguardar la integridad de los equipos y evitar interferencias, mientras continuaban las tareas de enfriamiento y remoción de escombros pasada la tarde.
Sobre el origen del siniestro, no hubo definiciones oficiales y la investigación está en curso. El episodio se suma a la ola de incendios industriales reportados este fin de semana en el país, avivando la preocupación y la paranoia policial. Por el momento, solo quedan cenizas y preguntas entre la comunidad de Fátima, que presenció uno de los desastres más impactantes del año en Posadas.

