No estará Juan Martín Del Potro. Tampoco Novak Djokovic. Ni siquiera Juan Mónaco dirá presente en Tecnópolis. Sin embargo, la serie entre Argentina y Serbia por los cuartos de final de la Copa Davis tiene condimentos como para soñar con un fin de semana apasionante.
Por Pablo Rodríguez Denis, MinutoUno.
Si bien desde un principio las ausencias condicionan a una serie que, allá por marzo, cuando se conoció el cruce, vislumbraba como un choque de potencias, son las mismas estrellas que no estarán las que harán que, en la previa, el choque entre argentinos y balcánicos tenga un pronóstico más que cerrado.
El sorteo de este jueves determinó que la serie sea inaugurada por Leonardo Mayer, 22º del mundo y gran responsable de que Argentina esté disputando los cuartos de final, ya que fue el que obtuvo el cuarto punto en la serie inicial ante Brasil tras una batalla de más de seis horas ante Joao Souza.
Su rival, ignoto para todo aquel que no siga el circuito ATP con asiduidad, se coronó campeón el domingo último en el Challenger de Braunschweig, en Alemania, sobre polvo de ladrillo, y reemplazó finalmente en el equipo balcánico al experimentado Janko Tipsarevic.El segundo turno del viernes tendrá lo que sin dudas aparece como el punto clave de la serie.
Allí, el primer singlista serbio, Viktor Troicki (20º), deberá soportar la presión de «reemplazar» al N° 1 del mundo, Djokovic, con el aliciente de tener a las más de 9 mil personas del estadio de Tecnópolis en su contra.
Enfrente estará el siempre complicado Federico Delbonis, otro de los hombres que le dio el pasaje a esta instancia a Argentina. Ante Brasil, el azuleño venció a Bellucci en el punto decisivo y se terminó de vestir de héroe. Por esto, y porque sus condiciones están en franco ascenso, sus chances ante Troicki están intactas, y el panorama de tener al equipo argentino con un 2-0 a favor en la jornada del viernes sería ideal.
El sábado será otra historia. Históricamente a los argentinos suele costarle el punto del dobles, y ésta no será la excepción. En un principio, los anotados para jugarlo son Carlos Berlocq y Diego Schwartzman, aunque la pareja podrá ser modificada hasta una hora antes del comienzo del encuentro.
El «problema» para Argentina, claro está, aparece del otro lado: Nenad Zimonjic y Dusan Lajovic conformarán el dobles serbio, y precisamente el primero de ellos es un verdadero especialista (está 9º en el ranking de dobles).Por esto, si bien soñar con un triunfo argentino el sábado no cuesta nada, aquí sí es donde los serbios ponen todas sus fichas: cumplir con la lógica del dobles y apostar a que Troicki no flaquee en su duelo inicial frente a Delbonis.
Así las cosas, todo está preparado para que la pelota empiece a moverse y Argentina comience un nuevo pasito hacia esa tan ansiada y postergada Ensaladera de Plata. Sin sus referentes y sin figuras estelares, es cierto, aunque con un conjunto de hombres que ya demostró ser un verdadero equipo. Y los antecedentes recientes (y también las decepciones) no hacen más que confirmar que, para ganar la Davis, hace falta precisamente eso: un equipo con todas las letras. Hacia allá vamos.