El día viernes, en la víspera del lanzamiento de este informe, el INDEC publicó el dato de inflación del mes de marzo: 11%. Es el registro más bajo desde la llegada de Javier Milei al gobierno y, aunque es una cifra alta, implica una clara desaceleración con respecto al fogonazo inflacionario de principio de año. Ese dato, sobre cualquier otra cosa, explica también los datos de nuestro estudio del mes de abril.
Aquí estás aun clik de ver el estudio completo: La tensa estabilidad en la Argentina libertaria
El presidente tiene un 47% de imagen positiva. Una suba bastante sólida desde nuestro estudio de marzo. Los principales indicadores de la gestión no han sufrido grandes cambios. El gobierno logró consolidarse en un margen de positividad del 45-50% que, aunque es menor que el de otras gestiones para esta misma altura (en marzo del 2020, Alberto Fernández rozaba los 60% de aprobación) es lo suficientemente sólido como para concluir que Javier Milei sigue contando con un saludable acompañamiento social.
Continuando con el paralelo con gestiones anteriores, para los 100 primeros días de gestión todos los gobiernos suelen tener ya distintas acciones o iniciativas que cuentan con un buen nivel de apoyo social. Mauricio Macri era valorado en abril del 2016 por la salida del cepo. Alberto Fernández tenía a su favor el incipiente manejo de la pandemia que acababa de estallar. No parece ocurrir lo mismo con el gobierno actual.
Preguntamos en este estudio por el manejo de la epidemia de dengue. Un 60% cree que el mismo fue inadecuado y un 65% cree que el gobierno debería comprar vacunas y repelentes de forma masiva. Idea que, por supuesto, va en contra del marco ideológico del gobierno.
Otras medidas que se encuentran en estudio o ya fueron anunciadas tampoco logran cosechar adhesión. La inmensa mayoría está en contra de reinstalar el impuesto a las ganancias o de enviar tropas argentinas a Ucrania.
El mismo dato probablemente vale para cualquier tipo de intervención en el conflicto de medio oriente, al margen de cualquier necesario repudio a las agresiones entre Estados.
La posible baja de la edad de imputabilidad y el despido de 15.000 empleados estatales son las únicas que logran perforar el piso del 40%. Aunque en el caso de la segunda, sigue cosechando un rechazo mayor al 50%.
La educación pública es probablemente la categoría en la que más problemas puede tener el gobierno en términos de opinión pública. Un abrumador y mayoritario 86% coincide con la idea de que se trata de un derecho que debe ser defendido. Los gobiernos también deben ser juzgados por su capacidad de reaccionar y cambiar de dirección cuando es necesario. ¿Reconsiderará el gobierno su postura con la educación pública si las manifestaciones de este mes se vuelven masivas y el tema toma la agenda por asalto?
La economía aparece como la gran protagonista en la valoración del gobierno. La gestión de Javier Milei será juzgada por ese aspecto. Dados a elegir entre bajar la inflación o aumentar los salarios, los argentinos quedan divididos a la mitad. Es un dato que desnuda uno de los grandes dilemas que el gobierno deberá resolver en el corto plazo: la tensión entre la baja de la inflación y la puja salarial.
Dilema al que hay que agregarle un condimento extra. La mayor baja de la imagen positiva del gobierno se dio en diciembre luego de la devaluación y el fogonazo inflacionario. En tan solo días el oficialismo pasó de un robusto 54% a un 42%. ¿Qué va a pasar con ese mismo indicador si en las próximas semanas la suba de tarifas genera un nuevo shock en el aumento de precios?
Ese es el problema de los consensos precarios. Pueden ser alterados por el más mínimo cambio de humor.