El miércoles 9 de julio de 2025, en el sobrio Hotel Libertador, se selló este pacto que, según los protagonistas, dará «la batalla para terminar con el kirchnerismo». El día de la Independencia argentina, el macrismo es colonizado.

Karina Milei agradeció la «grandeza de todos los que dejaron sus intereses particulares de lado, para unir fuerzas e ir contra el verdadero enemigo que es el kirchnerismo». Esta retórica sugiere que la alianza fue posible gracias a la completa absorción o «fagocitación» de los objetivos y la identidad del PRO en pos de la agenda libertaria, que ahora se presenta como la única vía para enfrentar al kirchnerismo en su «bastión» provincial.

Sebastián Pareja calificó el entendimiento como «un acuerdo distinto, basado en las ideas de la libertad», y enfatizó que «no hay lugar para los tibios», dejando claro que la adhesión a las ideas libertarias es incondicional. En esta línea, se percibe una pérdida de la autonomía y dignidad política para aquellos sectores del PRO que, por no «plantear cargos, lugares, porcentajes», se sumaron a una fuerza que ahora dicta la dirección.

La presencia de figuras como el diputado Diego Santilli y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, en la mesa, junto a la confirmación de Cristian Ritondo de que Mauricio Macri dio el «visto bueno» al acuerdo, sella esta integración. Ritondo afirmó que la intención de su partido y sus intendentes es «ir juntos», lo que para muchos analistas significa que el PRO bonaerense ha optado por subordinarse a la estrategia de La Libertad Avanza, renunciando a una identidad política independiente en la provincia. La creación del Frente La Libertad Avanza, según Ritondo, generó una «alta expectativa electoral», y la esperanza de «recuperar una provincia» se canaliza ahora a través de esta nueva configuración de fuerzas.