Argentina / Economía surrealista | Prometieron el oro y el moro… Ojo con el moro, que es lo que queda por aparecer

Milei, Caputo y Bausili juraron transparencia, pero el oro del BCRA se esfumó en aviones nocturnos sin papeles. Justicia obliga a confesar: ¿dónde está? ¿Rentabilidad o riesgo de embargo? El misterio huele a opacidad libertaria.

El oro argentino, esas 1,98 millones de onzas que brillaban en las reservas del Banco Central (BCRA), siempre fue el último bastión de soberanía en tiempos de default. Bajo Javier Milei, prometieron «shock» y dólares, pero en junio de 2024, lingotes por unos 5.000 millones de dólares volaron al exterior en aviones comerciales de madrugada, sin contratos ni rastro documental. Imitando a Sturzenegger en 2017, Caputo y Bausili alegaron «rentabilidad», pero el silencio fue ensordecedor: ni Milei ni el BCRA precisaron destino, cantidad ni propósito, avivando miedos a embargos por acreedores.

Roles estelares: Caputo y Bausili, los magos invisibles
Luis «Toto» Caputo, ministro de Economía y ex socio de Bausili en consultoras privadas, orquestó el traslado como «administración de reservas», igual que sus swaps opacos con EE.UU. Santiago Bausili, presidente del BCRA, cargó los lingotes sin dejar huellas, negando info incluso a la Auditoría General de la Nación (AGN) alegando «seguridad financiera». Se jactan de que el oro revalorizó 73% este año (de 15% a 20% de reservas, superando USD 9.000 millones), pero ¿quién custodia? ¿Londres, Basilea? Ni una pista, mientras reservas brutas tocaron pico en la era Milei.

El misterio: ¿secreto de Estado o truco de ilusionista?
¿Por qué tanto hermetismo? Dicen que revelar pone en riesgo el sistema, pero la Justicia no compró: la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativo (jueces Treacy y Gallegos Fedriani) revocó el secreto total el 22/12/2025, ordenando detalles sobre montos, motivos, destinos y balances. Iniciado por La Bancaria de Sergio Palazzo vía Ley de Acceso a la Información Pública, el fallo tilda de insuficiente la «reserva total». El BCRA balbuceó que «no hay contratos», exponiendo papeles flojos. ¿Miedo a juicios internacionales o a que veamos el moro en lugar del oro?

¿Al margen de la ley? Transparencia, allá vamos
No hay delito probado, pero evadir información pública huele a arbitrariedad. La Justicia obliga respuesta escrita: ¿embargable en tránsito? ¿Indicaciones de Milei al «independiente» BCRA? Críticos como Unión por la Patria gritan opacidad; el Gobierno murmura «música para acreedores». Mientras Bausili viaja a Basilea, el pueblo pregunta: ¿rentabilidad o regalo a bancos amigos? El oro sigue allá, valorizado por mercado global, pero sin accountability, Milei cosecha desconfianza. ¿Próximo acto: confiesan o apelan?

Poniéndonos un poco más serios
La transparencia en las reservas del Banco Central, como el oro argentino, impacta directamente en la confianza económica del ciudadano, influyendo en la estabilidad del peso y el poder adquisitivo. Sin claridad sobre su gestión, se generan miedos a malversación o riesgos externos, erosionando la fe en el sistema financiero.
Confianza y estabilidad monetaria
La opacidad genera incertidumbre que acelera la dolarización informal y la inflación expectativas, afectando ahorros en pesos. Ciudadanos ven devaluaciones pasadas ligadas a reservas opacas, como en 2018-2019, donde ventas secretas minaron credibilidad y dispararon precios. Transparencia reduce esto, permitiendo monitoreo público y previniendo corridas bancarias.
Riesgos de embargos y soberanía
Sin detalles sobre ubicación del oro (ej. Londres o Basilea), crece temor a embargos por juicios de holdouts, lo que podría forzar ventas forzadas y devaluar reservas. Esto eleva el riesgo país, encarece créditos para empresas y familias, e impacta hipotecas o importaciones diarias. Fallos judiciales como el de diciembre 2025 buscan mitigar esto con accountability.
Beneficios cotidianos de la claridad
Información abierta permite a inversores y ciudadanos evaluar si reservas respaldan emisión monetaria, estabilizando el dólar blue y combustibles. En Misiones, afecta precios locales de alimentos importados y turismo; mayor transparencia fomenta inversión regional, empleo en cooperativas y reduce volatilidad en salarios reales.