Andresito es oficialmente Prócer de Misiones

Fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia la Ley VI Nº 155 sancionada por la Legislatura que declara Prócer Misionero al Comandante General Andrés Guacurarí y Artigas «por sus valores artísticos en defensa de la Causa Popular y Federal Misionera y su activa participación en la Revolución de Mayo de 1810». Además, en la misma norma encomienda a la Entidad Binacional Yacyretá que disponga las tierras que conforman el islote del ex Yacht Club Posadas sobre la costanera Monseñor Kémerer de Posadas, como así la construcción de la infraestructura necesaria para la erección del monumento a Andresito.

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Agrega que la construcción del Monumento debe contar con la participación de los Poderes Legislativos y Ejecutivo y la Municipalidad de la ciudad de Posadas.

También dispone la realización de un concurso de artistas misioneros para la construcción del monumento al Prócer misionero. Así como establece la inclusión del Comandante en los libros de textos oficiales y no oficiales, programas educativos y museos.

En la sesión, desde su banca de legislador Carlos Rovira, Presidente de la Legislatura e impulsor de la Norma,  expresó su «satisfacción por estar cumpliendo el sueño de muchos misioneros que, en la lejanía o en la cercanía, mucho tiempo atrás hablaron de Andresito Guacurarí».

Dijo que se trata de un «rescate como verdadera lección de compromiso y de encuentro con ese pasado para poder vivir con mayor plenitud y tranquilidad el presente, y poder construir el futuro».

«Esta redención es lo más importante que debemos hacer como políticos actúales, revisando y actuando en consecuencia; es el mayor rescate que vamos a hacer por nosotros mismos», destacó.

En los fundamentos del proyecto, Rovira explicó que «se pretende homenajear a nuestro prócer local y misionero porque ha llegado la hora de desenterrar la verdad histórica para rendirle todos los honores que nuestro pueblo le debe como luchador incansable de las causas justas provinciales y nacionales argentinas».

«Es acreedor a tal merecimiento ya que habiendo surgido desde lo más genuino de las raíces de su pueblo se erigió en líder y guía del resto de sus congéneres combatiendo siempre lo foráneo, teniendo que lidiar con los restos de Las Misiones Guaraníticas, aquel intento de una civilización de iguales bajo el respeto a la idiosincrasia de los habitantes primeros, dueños absolutos del suelo americano del que fueron despojados y que Guacurarí logró -en su tiempo- revertir, movido sólo por el amor a su gente y a su región, sentimiento excluyente de todo interés comercial o ideológico, ajeno y externo desde siempre al nativo, quien solo aspiraba a vivir en paz y con valores morales propios», destacó.

Andrés  Guacurarí, también conocido como Andresito o Andresito Artigas, nació en Santo Tomé el 30 de noviembre de 1778, aunque algunos historiadores afirman que podría haber nacido en San Francisco de Borja, actual São Borja. Se lo considera uno de los primeros caudillos federales de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Gobernó entre 1811 y 1822  la Provincia Grande de las Misiones, que incluía territorios de países hoy limítrofes de Argentina como Brasil y Paraguay.

Fue uno de los más fieles colaboradores del General José Gervasio Artigas, militar federalista del noreste argentino, quien lo apadrinó, por lo que llegó a ser llamado «Andresito Artigas».

Era de familia guaraní, lo cual (de no haber mediado su amistad con Artigas) le hubiera excluido de la oficialidad de la época por la poca consideración social que los integrantes de la población originaria  merecían entonces. Sin embargo, recibió una formación nada común reflejada en la redacción de sus proclamas en tres idiomas: español, portugués y guaraní.

Formó parte de la generación posterior a la actividad desplegada por Los Jesuitas, clérigos de La Compañía de Jesús durante su prédica del Evangelio esparcidos en los actuales territorios de Misiones (Argentina), Itapúa (Paraguay) y Grande do Sul (Brasil), pueblos que se encontraban en un momento de esplendor económico, social y cultural, lograda una convivencia pacífica y autosuficiente basada en el trabajo de la tierra y la solidaridad, cuando el Rey de España, Carlos III, ordenó su expulsión de todos sus dominios.

Fueron estos pueblos rezagos de aquella singular organización social quienes quedaron en una desprotección absoluta ante el abandono de «los hijos de San Ignacio de Loyola» como se los llamaba a los integrantes  de  La Compañía de Jesús.

Por ello el gran mérito de Andrés Guacurarí reside (desde una mirada en retrospectiva) en que sólo él pudo, a través de sus valores personales, guiar a su gente  incluso empuñando las armas en defensa de su tierra y su cultura, avasallados como se encontraban sobre todo por fuerzas luso brasileñas que en esa época atacaban la región en busca de mano de obra esclava a ser usada en las «bandeiras», en territorios tan lejanos y con un destino impregnado sólo de la fatalidad.

Si bien los guaraníes habían aprehendido naturalmente la religión católica llevando como estandarte la no violencia, llegado ese momento crucial de la necesidad de responder con firmeza y con igual saña al atacante, este pueblo de indios mansos y trabajadores finalmente supo presentar batalla.

En esta situación la persona de Guacurarí se erigió en un líder nato y efectivo que luchó con gran fervor, ahínco y sabiduría pues sus acciones no solo repelieron al invasor sino que también cuando se presentó la disyuntiva entre unitarios y federales, aquella espina ideológica que obstaculizaba la futura unión argentina en una sola patria con varios estados federales, Andrés Guacurarí supo también elegir la opción que finalmente favorecería su región como una porción más del tremendo país que Argentina llegó a ser.

Guacurarí participó de todas las luchas por la Independencia Argentina adquiriendo verdadero protagonismo histórico cuando en 1811 se sumó a las tropas del General Manuel Belgrano en el intento de libertar al Paraguay de los realistas, luego lo acompañó hasta la Banda Oriental con el mismo objetivo y cuando el Creador de la Bandera Argentina fue  suplantado por el unitario José Rondeau, Guacurarí decidió adherir a los federales liderados por José Gervasio Artigas.