Abuelo pide que liberen a nieto detenido por “rescatarlo” de un asilo de ancianos

Basilio Kusuzne, de 87 años acusó a una de sus hijas de nombre «Lidia» de haberlo llevado bajo engaños a internarlo en el geriátrico privado de Villa Urquiza. Contó que primero la hija le dijo que lo iba a sacar a pasear en auto, que lo iba a llevar al hospital para atención de salud, pero después «me bajaron a la fuerza y me dejaron allí en el asilo».

abuelo

También aseguró que le había pedido a su nieto que quería irse de ese lugar.

Al conocer la novedad de que su nieto está detenido por defenderlo, pidió que lo larguen, que «lo salven al muchacho porque no es malo, tengo ya 88 años», dijo.

 El anciano agregó que «la culpa todo es de Lidia». Esta tarde recibió a los periodistas en casa de familiares donde está alojado por decisión del Juez, y entregó un papel donde anotó la lista de todos los elementos que le fueron sustraídos de su casa en el momento de su ausencia, desde un aire acondicionado, heladera, alacenas, y carnet de obra social.

Kusuzne, dijo que la historia había sido al revés de lo que se conoció. Que, en realidad, su hija Lidia lo «robó», porque con engaños, diciéndole que iba «a pasear en su auto», lo llevó a internar en el Geriátrico. Que él luego le pidió al nieto que lo sacara de allí, que «teniendo mi recibo de sueldo, mi casa y el galpón en alquiler no tengo porqué estar ahí».

Negó que haya sido «arrastrado» cuando fue sacado del Geriátrico. «No, mi nieto Alejandro me sacó y ellos (por el personal del Hogar) no me querían dejar ir».

De su lado, Graciela Martínez, esposa de Alejandro Paredes, el nieto detenido por «violación de domicilio y lesiones graves» -junto a otros dos familiares-, dijo que su marido debería ser liberado porque no cometió los actos por los que lo acusan.

El mismo abuelo decía que al nieto deben liberarlo. «Es una buena persona», insistió, reiterando que fue él quien le pidió que los sacara «del asilo».

Graciela Martínez a su vez aseguró que «nosotros no queremos nada de las propiedades del abuelo. Tenemos nuestras cosas. Además tenemos un bebé de dos meses, que tuvo problemas al nacer. Hemos pasado situaciones difíciles. No queremos otros problemas. Lo único que pasó es que nos parecía injusto que el abuelo viviera en un lugar en el que no quería estar. No es un hombre enfermo. Es coherente, habla bien, entiende. Escucha lo que se le dice, entonces porqué lo van a tener internado», se preguntó.

Martínez contó que la historia es un tema familiar, «la hermana de mi suegra lo tiene en su poder al abuelo, primero estaba todo bien, lo saca de su casa, nosotros nos enteramos el jueves que el abuelo estaba en un asilo siendo que tiene casa propia, su sueldo y el un galpón en alquiler, y todo eso está en manos de una hija que lo dejó en el asilo, y decían que el abuelo era un demente senil».

Dijo que esta otra parte de la familia querían sacar al abuelo del asilo ubicado en calle San Marcos 4069 del barrio Villa Urquiza.

«Lo que queríamos era sacarlo, porque él quería irse, decía por qué me tengo que quedar si tengo mi casa, él nos mostraba el recibo de sueldo, nos pedía ayuda».

«No es cierto que esté en estado deteriorado de salud, el abuelo a esta altura lee sin anteojos, es un hombre de una salud de hierro, con sus ochenta y tantos años está bien, tiene el deterioro de una persona de esa edad pero está coherente, él declaró todo lo que le pasó, hoy cuenta cómo la hija  le pegó en el pecho, en la pierna que la tiene lastimada».

La mujer reiteró que «es la hermana de mi suegra lo que hizo todo, no sabemos, todo lo que tiene el abuelo está a nombre de ella, la casa del abuelo en una semana fue desmantelada, él pregunta dónde está mi heladera, mi televisor, y la pusieron en alquiler, había obreros trabajando, todo esto nos enteramos el jueves».

Martínez reiteró: «El jueves cuando nos enteramos vamos y queremos sacarlo al abuelo, lo material no nos interesa, la justicia dirá, lo que queremos saber es por qué el abuelo teniendo nietos, su hija con casa propia con todas las comodidades, por qué tiene que estar en un lugar donde él no quería estar, él vivía solo y esa hermana decía yo lo llevo a la casa a cuidar».

Agregó que «él tranquilamente puede mantenerse sin tener que ir a un asilo, nosotros lo íbamos a traer con nosotros, a mi casa o a lo de mi suegra. Y no nos dejaron entrar, hicimos todo lo legal para que él salga, mi marido fue al lugar a pedir ver al abuelo, desde el portón él le decía que quería irse de allí».

Acerca de cómo ocurrieron los hechos, relató que «mi marido fue en horario de visita al asilo, el abuelo le agarra de la mano a mi marido y a mi suegra y les dijo que por favor lo lleven que no quería estar allí, él se empezó a desesperarse, ellos se quisieron ir, les cerraron los portones, mi marido y mi cuñado le tenían alzado al abuelo porque tiene dificultades para caminar por el golpe de la pierna y la edad, y ahí empezó, le tiraron silla, a mi marido le empujaron y lo arañaron no querían que lo lleven, él no es una criatura, está en su sano juicio, los del asilo no querían largar al abuelo».

«El estaba sentado en sillas de rueda, ahora está caminando, nunca usó silla de ruedas, él estaba muy nervioso, lo único que él nos pedía era que quería irse. A nosotros nos parece también injusto que el abuelo siendo que tiene familia que lo podemos cuidar, y no necesitamos su sueldo y esta en un lugar donde no quiere, es grande y una excelente persona. El ahora está con mi suegra, quedaron detenido mi esposo y mi cuñado».