El padre Carlos Viera, párroco de la Iglesia Santa Teresita de Jesús de Leandro N. Alem y docente del Instituto Montoya, dijo que en la actualidad «los políticos actúan como sofistas: usan cualquier tema para contradecir, para generar un debate sin proponer nada», rechazando el calificativo de «inmoral» dado por el ex vicegobernador y actual diputado Pablo Tschrisch a quienes votaron por el Kirchnerismo y la Renovación.
«La palabra no cabe ahí. Cada uno tiene su manera de pensar, de decir, de sufragar por la dirigencia que quiere tener al frente en un país, o en una provincia. Hay que respetarlo», hizo notar. Para agregar que si se está en desacuerdo con algo de la política económica o social «después se puede ir corrigiendo».
Pero advirtió que «siempre va a ser postura de la Iglesia defender la familia. Eso ya se sabe. Lo que sucede es que tampoco se encuentran hoy dirigentes políticos que sostengan hoy una idea y la mantengan en el tiempo. Muchos cambian de posición simplemente para mantenerse en el poder».
Viera se preguntó entonces «cuán inmoral no fue él (por Tschirsch) cuando se presenta a la ciudadanía por un partido y se va a otro. Es decir me votan, llego al gobierno y cambio de partido. Eso sí es inmoral y estoy siendo cínico. Estamos hablando de la parte social y política», agregó.
Para consignar luego que el tema del aborto que menciona Tschrisch está en «stand by» pero que «lógicamente la Iglesia siempre va a estar a favor de la vida. También por la familia, más allá que se haya decidió el matrimonio igualitario. Y esto no es tanto la ley como una cuestión cultural. Y debo admitir mi error, cuando se trataba esta cuestión pensé y dije que se vendría una cataratas de matrimonios. Y no fue así. Me parece que el periodismo infló mucho la cuestión».
Hizo notar que la homosexualidad está presente en la Humanidad «desde los griegos y sin embargo, la sociedad no la adoptó como general. Lo que importa entonces es defender los valores morales, sencillamente».
Por su parte el pastor Rubén Minoura, del Consejo de Pastores, dijo que «todo el sector evangélico apoya una gestión de gobierno porque ve el bienestar del pueblo misionero» e hizo notar que las opiniones del ex vicegobernador y actual diputado provincial Tschirsch son «personales». Indicó que «como opinión individual merece todo respeto, pero hay una larga distancia (que no se cubre) el pretender ser la voz de un grupo».
Observó que «cada Iglesia es libre de apoyar las gestiones que ven positivas para toda una comunidad. Hay libertad de conciencia y por el hecho de decir que se es evangélico o pastor, no se representa a todo el grupo pastoral o a todo el grupo evangélico».
Minoura señaló también su convencimiento de que «algunas opiniones muy radicales no le hacen bien al conjunto. Más allá de esto vemos el bienestar de la gente por sobre todas las cosas. Y el sector evangélico apoya a una gestión que beneficia a toda la comunidad, al pueblo misionero. Entonces nosotros la vemos con buenos ojos y la apoyamos, por supuesto».
El ex vicegobernador Pablo Tschirsch que cobró notoriedad pública por haber mentido respecto de su profesión -dijo que era «profesor» pero no tenía título académico, a pesar de que firmaba los despachos oficiales con el cargo- buscó transformarse en el «fiscal moral» del electorado misionero.
Dijo fuera de sí «tengo en mí ser interior una frustración muy grande, básicamente en los cristianos, porque creo que el cristianismo defiende la familia», pontificó para apelar después a su habitual tono apocalíptico: que después «no se vengan a rasgar las vestiduras los pastores evangélicos o católicos».
Fue más allá, dijo que el mismísimo Jesucristo se había pronunciado cuando dijo que «si un ciego guía a otro ciego ambos caen en un mismo pozo». Porque ante la mirada atenta del ex gobernador Ramón Puerta imaginó semejante final para los casi 400 mil electores que acaban de decidir la reelección de la presidenta Cristina de Kirchner, eligiendo además entre renovadores y peronistas a los siete legisladores que irán al Congreso de la Nación.
