La diputada nacional argentina Graciela Camaño provocó el miércoles un escándalo, al pegarle una cachetada en pleno rostro al diputado oficialista Carlos Kunkel. Fue en medio de una acalorada discusión por la investigación que la diputada conduce, en la Comisión de Asuntos Constitucionales, sobre las presiones y presuntos intentos de soborno a legisladores opositores para aprobar el Presupuesto. La agresión fue registrada en vivo por la TV.
La legisladora dijo que lo hizo porque el legislador kirchnerista insultó a su marido, el sindicalista gastronómico, Luis Barrionuevo.
«Bajo ningún punto de vista le voy a permitir a Kunkel ni a nadie la falta de respeto. Me cansó porque estuve todo el año aguantándolo porque se pasó vociferando si hacer ninguna propuesta», declaró Camaño inmediatamente luego del hecho.
Según testigos, Kunkel aludió en dos oportunidades al esposo de la diputada. En un momento dijo que «no hagan como en Catamarca, que quemaron las urnas», en referencia a los incidentes que finalizaron con la suspensión de los comicios celebrados en esa provincia el 2 de marzo de 2003. En otro momento, las fuentes relatan que el legislador lanzó: «Dijeron que iban a parar de robar dos años y siguieron hasta ahora», en alusión a la famosa frase del gremialista, que en los 80 dijo que «tenemos que parar de robar dos años» para que se arreglen las cosas en el país.
La situación se originó cuando la diputada les comunicó a los legisladores que la decisión de la Comisión sobre las denuncias debía formalizarse por escrito en el término de un día, a lo que los diputados oficialistas respondieron que el tema se podía votar en esta misma reunión, o esperar unos mintos para presentar la nota por la que se decidía el archivo de las cuestiones.
Cuando Camaño dijo «queda levantada la reunión» los diputados oficialistas, entre los que se encontraba Kunkel, comenzaron a pedirle que continuara con el tratamiento.
Kunkel y Camaño protagonizaron otro encontronazo hace dos semanas, también en un debate en la Comisión de Asuntos Constitucionales. Fuentes que presenciaron el intercambio aseguraron que el contenido del intercambio remite a una cloaca.
En vivo y en directo
Las imágenes de la televisión, que repiten la escena cada dos segundos, muestran a la legisladora abriéndose paso entre una multitud de legisladores y asesores, hasta que se acerca a Kunkel, a quien se lo ve hablando a los gritos, con gestos airados.
Camaño -muestran las mismas imágenes- inclina su cabeza muy cerca de Kunkel para escucharlo, al tiempo que lo observa con gesto indignado, mientras intenta interrumpirlo. Kunkel sigue hablando y, en un segundo, la diputada del peronismo disidente estira la mano y lo golpea, realiza un movimiento de cabeza como de autoafirmación («ahí tenés», sugiere el gesto) y se retira del anexo.
Tras más de 7 horas de duros cruces verbales, el final de la sesión de Asuntos Constitucionales rozó el escándalo: la presidente de la Comisión, Graciela Camaño, le asestó un sonoro cachetazo al kirchnerista Carlos Kunkel mientras éste hablaba a los gritos.
«Estoy arrepentida», aseguró esta noche, al tiempo que le pidió disculpas «a la gente, pero no al diputado».
«Me harté. Estoy cansada de siempre me acuse de ser la señora de alguien», argumentó sobre su reacción Camaño, esposa del sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo.
«Me cansé de escucharlo siempre vociferar desde su banca, sin argumentos políticos, con poca inteligencia, sólo en términos personales», dijo.
Agregó que «no voy a volver a tolerar, ni a Kunkel ni a nadie, porque soy una persona diferente (de su marido Barrionuevo)».
Sobre su intempestiva reacción, en momentos en que se discutía qué hacer con las denuncias sobre presiones del Gobierno para torcer votos opositores, declaró que «la impotencia, a veces, te hace hacer estas cosas».
