El 22 de junio del 86, en el estadio Azteca de la capital mexicana, el seleccionado nacional vence a su par inglés por 2 a 1 y se clasifica para las semifinales del Mundial de Fútbol México.
Diego Maradona con la ya legendaria “mano de Dios” señaló el primer gol a los 51 minutos, y cuatro más tarde, en una jugada inolvidable que arrancó en el medio campo y dejó en el camino a seis ingleses, señaló el tanto considerado hasta el presente como el mejor gol de la historia de los Mundiales. Gary Lineker descontó para los ingleses a los 81minutos.