Nacionales / Salud | Peligro: Confirman presencia de medusas en dos arroyos de Misiones

Investigadoras del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) – ANLIS Malbrán, junto a profesionales del Instituto Nacional de Limnología, el Hospital “San Lucas” de Colonia Aurora y el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), confirmaron esta semana la aparición en cursos de agua de Misiones de medusas de agua dulce, que pueden ocasionar daños a la salud de las personas que circunstancialmente entren en contacto con ellas.

Cecilia Miranda, licenciada en Ciencias Biológicas y especialista en Limnología, explicó que estas medusas, de entre 2 y 5 centímetros, pueden provocar urticarias y reacciones alérgicas. Aunque no representan un peligro mortal, su presencia genera preocupación debido a la posibilidad de que se expandan a otros cuerpos de agua en la región.

«Estas medusas podrían haber llegado a Misiones a través del agua de lastre de barcos o con plantas ornamentales importadas, como ya ocurrió en Europa en la década de 1980», señaló Miranda. La investigadora subrayó la importancia de seguir monitoreando su distribución, ya que se han registrado casos similares en otras provincias como San Luis y Mendoza.

El IMIBIO solicita a la población que, en caso de avistar medusas en arroyos o ríos, lo informe de inmediato a través de sus redes sociales o a los guardaparques locales. “Es fundamental que todos colaboren para identificar los lugares donde están apareciendo estas medusas y así tomar medidas preventivas”, añadió Miranda.

Actualmente, el equipo del IMIBIO, en conjunto con otras instituciones como el Instituto Nacional de Limnología (INALI) y el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMET), continúa investigando las características de estas medusas y sus posibles impactos en los ecosistemas locales.

“Queremos agradecer a todas las personas que nos apoyan en este trabajo, en especial a la presidenta del IMIBIO, Arq. Viviana Rovira, y a nuestras compañeras investigadoras. La colaboración y la investigación constante son claves para proteger la biodiversidad de Misiones”, concluyó Miranda.

Los resultados de la investigación, titulada “Medusas de agua dulce en el noreste argentino: un riesgo para la salud humana”, fueron publicados en la revista científica “Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene”.

El estudio describe casos clínicos de personas que sufrieron lesiones cutáneas tras entrar en contacto con medusas de la especie invasora Craspedacusta sowerbii en el arroyo  Saltiño, ubicado en Colonia Aurora.

El trabajo, considerado pionero, no solo confirmó la presencia de Craspedacusta sowerbii en Misiones, sino que también detalla las lesiones que puede provocar.

Las investigadoras señalaron que el contacto con los tentáculos de estas medusas puede causar diversas lesiones en la piel, como dermatitis, urticaria, necrosis y edemas. “Este hallazgo ofrece respuestas a los profesionales de la salud para el diagnóstico y manejo de estos casos”, explicaron las autoras en el artículo.

Además, se destacó la rápida expansión de esta especie. Tras ser detectada por primera vez en el arroyo El Saltito en 2022, un año después también fue encontrada en el arroyo Cazador, en San Ignacio, evidenciando su alta capacidad de colonización.

Ante la proximidad de la temporada estival, las investigadoras advierten a la población sobre la posibilidad de sufrir un incidente con este tipo de medusas, e instaron a quienes observen o entren en contacto con ejemplares de Craspedacusta sowerbii a comunicarse con el IMiBio a través de sus redes sociales.

¿Qué es la Craspedacusta sowerbii?

Craspedacusta sowerbii es una medusa dulce originaria del río Yangtsé, en China. Actualmente posee una amplia distribución, ya que es una especie invasora de sistemas de agua dulce.

Los primeros registros de medusas dulces en Sudamérica se remontan al año 1925 en lago Gatún, cerca del estrecho de Panamá, expandiéndose hacia latitudes templadas en años posteriores.

Estas medusas son traslúcidas, aunque con ciertas tonalidades blanquecinas o verdosas, tienen forma de campana, cuentan con entre 50 y 500 tentáculos y no suelen sobrepasar los 25 milímetros de longitud.

Algunos de sus tentáculos son largos y le permiten mantener la posición en el agua, a la vez que favorecen el movimiento, mientras que los demás son cortos y tienen una función alimenticia.

En esos tentáculos más cortos se alojan los nematocistos, que incluyen unas pequeñas células en forma de arpón que se disparan al entrar en contacto con alguna presa o con quien las toque. (Misiones On Line – Radio Rapública – Vox Populi)