En el comunicado difundido por redes sociales tratan de explicar a los ultras derechistas libertarios que sumarse a la Alianza fue reclamando mayor libertad de mercado y contra la censura en redes sociales. Además de reconocer de que no se animó a ser la única voz contraria a luchar contra el hambre.
La administración brasileña, que es anfitriona del encuentro, consignó que 82 países, entre los que se encuentra Argentina, adhirieron a esta iniciativa que apunta a erradicar el hambre en el mundo para 2030.
Al anunciar la creación de la Alianza Global, Lula subrayó que el hambre y la pobreza no son resultado de la escasez o de fenómenos naturales.
«El hambre es producto de decisiones políticas que perpetúan la explosión de una gran parte de la humanidad. El G20 representa el 85 por ciento de los 110 billones de dólares del PIB (Producto Interno Bruto) mundial. También representa el 75 por ciento de los 32 billones de dólares del comercio de bienes y servicios, y dos tercios de los 8.000 millones de habitantes del planeta Tierra», apuntó.
Durante la Cumbre de Nueva Delhi en 2023, Lula había anunciado la creación de un grupo de trabajo para el establecimiento de la Alianza Global, con el compromiso de revertir el retroceso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 (erradicación de la pobreza) y 2 (hambre cero y agricultura sostenible).
El documento fundacional de la Alianza subraya el impacto de la pandemia, el cambio climático, las crisis económicas y los conflictos, así como el aumento de la pobreza extrema y la inseguridad alimentaria, que afecta en especial a mujeres, niños y países más vulnerables.
La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza busca coordinar esfuerzos internacionales, movilizar financiamiento público y privado, así como promover políticas basadas en evidencia para combatir el hambre y la pobreza.
Su enfoque se centra en acciones lideradas por los países más afectados, sin duplicarse y al aprovechar los mecanismos existentes, además de fomentar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres como pilares para alcanzar los objetivos.
Entre los 82 países que firmaron están Alemania, Angola, Sudáfrica, Arabia Saudita, Argentina, Bangladesh, Canadá, Chile, Colombia, Dinamarca, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia y Estados Unidos, además de la Unión Europea y la Unión Africana.
Desde el Gobierno argentino dieron a conocer un comunicado tras el cambio de la postura beligerante de Milei contra Lula, además de ser anti Agenda 2030, donde señalan que: «Los organismos y foros internacionales como el G-20, se crearon con el espíritu de que todas las naciones involucradas pudieran reunirse para cooperar de forma voluntaria, en calidad de iguales y autónomas, para, entre otras cosas, salvaguardar los derechos básicos de las personas.»
Indicó que, a casi 70 años de haberse inaugurado este sistema de cooperación internacional, «llegó la hora de reconocer que este modelo está en crisis, porque desde hace tiempo que está en falta con su propósito original».
Es por ello que, «sin obstaculizar la declaración de los demás líderes, el Presidente Javier Milei ha dejado en claro en su participación del G-20 que no acompaña varios puntos de la declaración, entre ellos; la promoción de la limitación de la libertad de expresión en redes sociales, el esquema de imposición y vulneración de la soberanía de las instituciones de gobernanza global, el trato desigual ante la ley y especialmente, la noción de que una mayor intervención estatal es la forma de luchar contra el hambre», afirmó el gobierno en un comunicado oficial.
«Cada vez que se intentó combatir el hambre y la pobreza con medidas que incrementaban la presencia del Estado en la economía, el resultado fue el éxodo tanto de la población como del capital, además de millones de muertes de vidas humanas.»
La oficina presidencial aseguró que en el combate contra esos flagelos, «Javier Milei tiene una posición clara: si queremos luchar contra el hambre y erradicar la pobreza, la solución está en correr al Estado del medio.»
«Debemos desregular la actividad económica para liberar el mercado y facilitar el comercio, y que el intercambio voluntario de bienes y servicios sea lo que traiga prosperidad. El capitalismo de libre mercado ya sacó de la pobreza extrema al 90% de la población global y duplicó la expectativa de vida», argumenta el texto.
«Es por esto que el presidente Javier Milei insta a todos los líderes del mundo a seguir este camino, que en Argentina ya está dando sus frutos después de décadas de sufrir de primera mano el hambre y la miseria que causa la intervención estatal. Este Gobierno mantiene la fe y la esperanza de que la comunidad internacional se reencuentre con los principios que le dieron vida.»