El desagradable episodio hizo que las autoridades prohibieran los celulares en el San Basilio, reconociendo que eso fue la gota que colmó el vaso ante el excesivo uso de los móviles en la escuela.
A raíz de las recientes amenazas de bomba que involucraron a un estudiante, el Instituto San Basilio Magno de Posadas adoptó una medida drástica: la utilización adecuada del uso de teléfonos celulares en sus instalaciones. Esta decisión cuenta con el respaldo SPEPM, cuyo director ejecutivo, Luis Bogado, emitió un comunicado explicando las razones detrás de esta medida.
“La medida tomada en el Instituto Superior San Basilio Magno ya se venía contemplando, debido a que el uso inapropiado de los celulares generaba diversas distracciones en las aulas», afirmó Bogado.
Desde el SPEPM, señalaron que el uso de dispositivos electrónicos debe estar orientado exclusivamente a fines pedagógicos, y destacaron que esta restricción permitirá mejorar la concentración y atención en clase, además de fomentar una interacción más significativa entre estudiantes y profesores.
El contexto en el cual se implementó la prohibición tiene como telón de fondo un incidente grave: la detención de un joven de 18 años, estudiante del Instituto San Basilio Magno, bajo sospecha de haber realizado amenazas de bomba que generaron la evacuación del Instituto Santa María. Las autoridades pudieron rastrear las llamadas de amenaza hasta el teléfono del detenido, quien ahora se encuentra bajo investigación en la Comisaría Primera de Villa Sarita. Aunque la familia del joven ha manifestado que otra persona habría utilizado el dispositivo, el hecho desató un operativo de seguridad en el colegio afectado, donde finalmente no se hallaron explosivos.
En consonancia con esta decisión, el Instituto San Basilio Magno ha implementado un protocolo de entrega de dispositivos: los estudiantes deberán dejarlos bajo custodia de los preceptores al ingresar y sólo podrán usarlos en actividades pedagógicas con autorización previa de un docente. Las autoridades del colegio advirtieron que, de repetirse infracciones, se aplicarán sanciones conforme al reglamento interno de la institución.
Por su parte, el SPEPM enfatizó su apoyo a la medida, subrayando que contribuye a un aprendizaje más eficaz y a la creación de un entorno educativo que potencia la innovación y la educación disruptiva en el aula. “Reiteramos la importancia de utilizar los dispositivos con una finalidad pedagógica”, remarcó el comunicado del organismo provincial.
Con esta medida, el Instituto San Basilio Magno y el SPEPM buscan promover un ambiente escolar más seguro y enfocado en el aprendizaje, sin la influencia de distracciones tecnológicas innecesarias en el aula.
En Misiones, el uso de celulares en escuelas está autorizado como herramienta pedagógica, didáctica y de innovación tecnológica desde 2020, derogándose una ley de 2009 que prohibía el uso de esos dispositivos en horas de clase en los establecimientos educativos de gestión pública y privada.
La LEY VI-246, publicada en el Boletín Oficial del 21 de Septiembre de 2020 «Tiene como finalidad promover el uso racional, organizado, planificado y creativo de la tecnología dentro del aula, con el objetivo de desarrollar las competencias necesarias en el manejo de los nuevos lenguajes originados a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).»
En otro artículo especifica que «Es atribución de los establecimientos educativos, la disposición del uso de los celulares y otros dispositivos tecnológicos en horas de clase, siempre que los manejos de los mismos se encuentren incluidos en el proyecto educativo institucional como en su planificación anual.»
El uso de celulares en el aula puede tener ventajas, como la búsqueda inmediata de información relacionada con el tema de clase. También puede permitir el uso de herramientas educativas tecnológicas, como realidad aumentada, quizes, actividades interactivas o lecturas.
Sin embargo, el uso excesivo de celulares puede afectar el rendimiento académico de los estudiantes. Esto se debe a que los estudiantes pueden distraerse, no mantener la atención en clase, llegar somnolientos, lo que repercute en el rendimiento académico.
Tampoco es aceptable que mientras se restrinja el uso de los móviles a los alumnos en el aula, los docentes en cambio tengan la libertad de hacerlo sin vinculación con la tarea áulica específica.