Una nueva capilla ardiente del ex presidente argentino Néstor Kirchner fue instalada la noche del viernes en el cementerio comunal de su ciudad natal de Río Gallegos, al sur del país, tras las multitudinarias despedidas populares, informó un periodista de la AFP.
Varios centenares de coprovincianos del jefe peronista, muerto el miércoles de una crisis cardíaca a los 60 años, esperaban para darle el último adiós, en presencia de Máximo, de 32 años y Florencia, de 19, los hijos del matrimonio con la presidenta Cristina Kirchner, quien se había marchado a descansar.
Arriba del ataúd, embanderado, la gente dejó flores y un casco de minero color marrón, símbolo de los trabajadores de los yacimientos de ese distrito situado a unos 2.800 Km al sur de Buenos Aires. Esto ocurría en un mausoleo, ante la mirad atenta del hijo varón del matrimonio, Máximo, de 32 años.
En lo que fue la más grande movilización popular en la historia de esa ciudad de la provincia de Santa Cruz, miles y miles de personas acompañaron al cortejo fúnebre con la presidenta Cristina Kirchner, desde el aeropuerto santacruceño en un trayecto de 5 Km hasta el cementerio comunal.
Mineros del carbón, trabajadores petroleros, familias enteras, jóvenes, empleados del Estado y vecinos conformaban una heterogénea amalgama para despedir al hombre fuerte de la política del país sudamericano.
Centenares de miles de personas participaron entre el jueves y el viernes en el velatorio que se realizó en la Casa Rosada (gobierno federal) y otras miles saludaron el cortejo que se dirigió hasta al aeropuerto de Buenos Aires.
