Gastronomía / National Geographic | El café más caro del mundo está hecho de caca

El perturbador secreto tras el café más caro del mundo El Kopi Iuak está hecho de granos de café procesados por civetas. Esto no es bueno para los animalillos, asegura Rachel Bale, en un artículo que publica en National Geographic. Una taza de kopi Iuak, el nombre de este café, digerido por la civeta puede costar 80 dólares (75 euros) en el mercado estadounidense.
Este animalillo se encuentra en el sudeste asiático y el África subsahariana, y posee una larga cola parecida a la del mono, marcas en la cara como un mapache, y rayas o manchas en su cuerpo. Desempeña un papel importante en la cadena alimentaria, alimentándose de insectos y pequeños reptiles además de frutas como las semillas de café y los mangos, y sirviendo de alimento a su vez a leopardos, grandes serpientes y cocodrilos.

Al principio, el comercio del café de civeta era un buen augurio para estas criaturas. En Indonesia, la civeta de palma común atacaba granjas comerciales de fruta para alimentarse, y estaba considerada a menudo como una plaga, pero el crecimiento de la industria del kopi luwak animó a la gente de la zona a proteger a estas civetas gracias a su valioso estiércol. Sus enzimas digestivas cambian la estructura de las proteínas de los granos de café, que eliminan parte de la acidez de este y lo transforman en una bebida más suave.

Pero como el café de civeta ha ganado popularidad, e Indonesia está creciendo enormemente como destino turístico, las civetas se encuentran ahora confinadas en jaulas en las plantaciones de café, explica Bale.

Los excrementos de las civetas, formados por los granos de café, se solían recoger de la naturaleza, pero a día de hoy se encierra a estos animales en jaulas insalubres en las plantaciones de café.

Los científicos de la Unidad de Investigación de la Universidad de Oxford evaluaron las condiciones de vida de casi 50 civetas salvajes recluidas en jaulas en 16 plantaciones en Bali. Los resultados, publicados en la revista Animal Welfare, plantean un panorama sombrío.

Las condiciones de enclaustramiento, insalubridad y poco espacio, hacen de esta reclusión una verdadera tortura para los animales que hay dentro. Además de esto, las civetas tienen una dieta exclusiva basada en el café para poder producir cada vez más kopi luwak.

Pero lo más preocupante de todo esto era el suelo de alambre sobre el que muchos de los animales tienen que vivir. «Si están de pie sobre ese tipo de malla de alambre todo el tiempo, esta les va a causar úlceras y abrasiones. No tienen adónde ir para conseguir un suelo firme», dijo el investigador D’Cruze. «Es una fuente de dolor constante».

Además, muchas de las civetas no tienen acceso a agua limpia ni la oportunidad de interactuar con otras civetas.

Parte de lo que hace tan especial al kopi luwak, según los expertos, es que las civetas salvajes escogen y eligen los granos de café más selectos para comer. Mantener a las civetas en jaulas y alimentarlas con cualquier tipo de grano hace que se obtenga un producto «de segunda».

Según afirma un experto en café citado en un artículo para la Specialty Coffee Association of America (la organización comercial para tostadores de café gourmet y baristas), el kopi luwak no es tan bueno. Aunque proceso digestivo de las civetas hace que el café sea más suave, también elimina los buenos ácidos y los sabores que caracterizan a una taza de café gourmet.