Dos mujeres que se desempeñan en la Comisaría de la Mujer de Puerto Iguazú, donde tuvo lugar el asesinato de Mariela García a manos de su pareja el suboficial Mario Muga, confirmaron que vieron como el policía asesinaba a su pareja. El hombre había sido varias veces denunciado por violencia doméstica. Una tercera testigo no respondió a la convocatoria del juez de Instrucción N° 3, Juan Pablo Fernández Rizzi, que entiende en la causa.
Las testigos que sí se presentaron ante el magistrado confirmaron que el hombre forcejeó con su mujer y con una oficial de la Comisaría de la Mujer para impedirle que hiciera una nueva presentación para renovar la orden de restricción. Pero en un momento dado extrajo de entre sus ropas una escopeta recortada con la que hizo el disparo mortal, para darse después a la fuga.
La situación de Muga está prácticamente definida, comentaban fuentes judiciales en razón de los numerosos testigos que presenciaron la escena y los que, además, podían dar cuenta del carácter violento del uniformado.
El Jefe de la Policía de Misiones, Jorge Munaretto, opinó sobre el suboficial Mario Muga. Según el jefe policial Muga fue examinado por un gabinete psicopedagógico y no estaba en condiciones de portar un arma, pero pudo concretar el asesinato porque escondió una escopeta cuando ingresó a la Comisaría. Justamente cuando la víctima lo denunciaba por hostigamiento y violencia de género
Munaretto no opinó sobre la nula prevención del hecho que tuvo lugar dentro de la citada comisaría, pues se lo dejó ingresar a Muga, pese a tener una orden de exclusión en su contra, y además, no se lo revisó para evitar que entrara con una escopeta de caño recortado.
Munaretto precisó que es «bueno» que lo hayan podido detener a Muga y, aseguró que se lo tratará como cualquier ciudadano común que cometió un delito. El jefe policial sostuvo en Radio A que «nosotros cuando ingresamos a la institución (policial) pasamos por test psicológicos y psicopedagógicos, para que el policía esté preparado para distintas circunstancias. Hoy en día el mundo es tan dinámico que hace que vivamos a mil, somos seres humanos y en determinadas situaciones personales, hacen que tomemos decisiones, lamentables como esta», consideró, dando a entender que Muga es «humano» y que estaba «bajo stress».
El funcionario intentó deslindarse de responsabilidades por este femicidio ocurrido dentro de una Comisaría de la Mujer, argumentando que «el efectivo (por Muga) fue visto por el gabinete psicopedagógico por ese motivo se le sacó el arma. Pero cuando ingresó a la comisaría de la mujer tenía una escopeta recortada, y nadie se dio cuenta», explicó, destacando «la actitud loable de la mujer policía que se tiró sobre el hombre y le pudo extraer el arma. Se dio a la fuga, logramos capturarlo y está a disposición del juzgado en este momento», dijo esta mañana.
Munaretto no explicó cómo pudo ingresar un policía denunciado por violencia de género, siendo que tenía una orden de exclusión en su contra. Tampoco dijo nada sobre los controles que no se realizaron en la puerta de la comisaría, para asegurarse que el policía criminal, al menos no ingresara armado en el mismo momento en que su expareja formalizaba la denuncia en su contra.
Recordemos que la noche previa al crimen, que se produjo a las 0,10 del martes, la mujer había solicitado la presencia de la policía en su hogar, porque Muga la estaba hostigando. Mariela García (de 39 años), una inspectora de tránsito, fue convencida por los policías para que realizara la denuncia en la Comisaría de la Mujer, lugar donde fue asesinada ante la pasividad de las y los oficiales de policía. Munaretto tampoco reveló por qué no se lo demoró a este sujeto, previamente al asesinato. En los medios nacionales destacaron la responsabilidad institucional por esta muerte, señalando que a Mariela, «la mataron donde debían protegerla» (P12 de hoy) Sin embargo, para Munaretto, se habría hecho todo lo posible para evitar un femicidio dentro de una Comisaría de la Mujer.