El serbio, número uno del mundo, venció 6-3 y 6-4 al suizo en la final del torneo de Londres para conquistar su undécimo título de la temporada y poner el broche de oro a un año que lo tuvo de comienzo a fin con dominio arrasador.
El mejor jugador del planeta demostró ante Federer que está jugando en un nivel descollante y celebró su quinto título en el Masters y el cuarto consecutivo, una marca que ningún tenista había logrado antes.
El serbio no tuvo problemas en superar hoy a Federer, quien lo había vencido en la fase de grupos en Londres, y sentenció la final en una hora y 20 minutos de juego.
El suizo llegaba en gran nivel a la final, pero hoy lució apagado -cometió 31 errores no forzados- y se topó una vez más con un Djokovic infranqueable y contundente.
El serbio quebró en el tercer game para colocarse 3-1 y administró sin inconvenientes la ventaja para llevarse el primer parcial por 6-3 y darle más tranquilidad a su avasallador juego.
El segundo capítulo fue más parejo, pero Djokovic pareció tener el partido en sus manos al colocarse 0-40 cuando Federer servía 3-4. Sin embargo, el suizo reaccionó salvando todos los puntos de quiebre y levantando al público de sus asientos en el estadio londinense ‘O2’.
Pero la levantada del suizo fue sólo un espejismo, porque Djokovic se mantuvo firme con su servicio -no cedió ni un quiebre en el partido- y luego rompió de inmediato el de Federer para celebrar el título con cierta incertidumbre tras una consulta al «ojo de halcón», según informó un despacho de la agencia alemana DPA.
Djokovic completó así un 2015 que quedará en los libros del tenis. El pupilo de Boris Becker ganó tres de los cuatro Grand Slam y sumó seis títulos de Masters 1000. Además, terminó con un récord 82 victorias y seis derrotas, un balance que incluso supera a su recordado 2011.
El único lunar del serbio en el año fue la derrota que sufrió ante el suizo Stanislas Wawrinka en la final del Abierto de Francia, el Grand Slam que falta en sus vitrinas.
También fue un buen año para Federer, quien a sus 34 años demostró que sigue estando en la elite del tenis.
El suizo, ganador siete veces del Masters, terminará la temporada como tercero del ranking por detrás del británico Andy Murray, a quien sólo podía arrebatar el segundo puesto conquistando el título en Londres.