Decenas de homosexuales protestaron el domingo, besándose al paso del «papamóvil» por la Catedral de Barcelona, cuando Benedicto XVI se dirigía a la Sagrada Familia, donde volvió a rechazar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La consigna, difunda por las redes sociales como facebook y twitter, era besarse delante del Papa para reivindicar la libertad sexual y defender los derechos adquiridos por los gays y lesbianas de España, tras la legalización en 2005 del matrimonio homosexual.»No salgas el sábado por la noche y ven a besarte frente al Papa», era el lema que congregó a los manifestantes, quienes al pasado del pontífice comenzaron a besarse y a gritar lemas contra su visita a España.
«¡Yo no te espero!», «Vote, vote, vote, pederasta el que no vote», o «La Iglesia que ilumina es la que arde», fueron algunas de las frases que lanzaron durante la protesta, a la que se unieron muchos ciudadanos que también rechazan la vista de Benedicto XVI.
La atrevida protesta de los homosexuales fue contestada por un grupo de jóvenes que acudieron al mismo lugar para ver la salida del Papa del palacio episcopal, y que, por el contrario, expresaron al pontífice su apoyo y le dieron la bienvenida.
«Nosotros si te esperamos» o «Ésta es la juventud del Papa», cantaban envueltos de la bandera del Vaticano.
El encuentro entre estos grupos y la intervención de la policía autonómica catalana, que quiso retirar una pancarta contra el Papa, generó un momento de tensión, pero no aplacó la protesta ciudadana.
«Fue un acto reivindicativo, no contra los cristianos de base sino contra la jerarquía eclesiástica, que ataca los derechos humanos, rechazando el uso del preservativo, el divorcio y el aborto», sostuvo Jordi Petit, un histórico dirigente del movimiento homosexual de Cataluña.