Argentina / Economía / Sociedad | La red familiar, último escudo: Hogares pobres recurren a amigos para sobrevivir al ajuste

El panorama económico de Argentina durante el primer semestre de 2025 exhibe una profunda fractura social en la estrategia de supervivencia financiera de los hogares. Mientras que los sectores de mayores ingresos gestionan su endeudamiento a través del sistema formal, casi una cuarta parte de la población con ingresos más bajos se ve obligada a recurrir a familiares y amigos, lo que subraya una creciente debilidad en el acceso al crédito bancario y una alarma sobre la sostenibilidad social.

La Deuda Informal Como Indicador de Fragilidad

Según el informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, la elección de la fuente de financiamiento es un claro indicador de la precarización económica:

Sectores Bajos (Primeros Cuatro Deciles): El 22,5% de estos hogares solicitó préstamos a su círculo íntimo (familiares o amigos). Este porcentaje casi triplica al de los sectores de altos ingresos. Este dato sugiere que para una parte significativa de la población, las instituciones financieras no son una opción viable, ya sea por la falta de garantías o por las altas tasas de interés.

Sectores Altos y Medios: La deuda se canaliza con mayor frecuencia a través de bancos y entidades financieras. Aunque el endeudamiento con el sistema financiero es similar en términos agregados (16,1% a nivel nacional), la diferencia en la fuente para los hogares más vulnerables es crítica.

Este patrón de endeudamiento informal se consolida como el último colchón social frente a la incapacidad de cubrir los gastos cotidianos.

La Peligrosa Venta del Capital Social

La preocupación se profundiza al analizar otras estrategias de afrontamiento de gastos. El informe destaca que el 40,8% de los hogares argentinos desarmó ahorros o vendió pertenencias durante el período.

Este vaciamiento del patrimonio, concentrado en los sectores de ingresos medios y bajos, no solo implica una reducción de la calidad de vida presente, sino un grave compromiso sobre el futuro y una pérdida de capacidad de inversión o de afrontar imprevistos.

La Política Económica en el Espejo

El contexto político añade una capa de complejidad. El presidente ultraderechista, Javier Milei, celebra los resultados de las elecciones, pero el informe del INDEC pone la lupa sobre una debilidad institucional subyacente que afecta directamente a la calidad de vida.

Mientras se habla del fin del «riesgo kuka» y se asegura que las bandas cambiarias seguirán hasta 2027, el verdadero riesgo político y social que emerge es la creciente desesperación económica de la base de la sociedad. La dependencia en la asistencia del Estado, ONG e iglesias, que creció del 2,2% en 2016 al 6,3% en el primer semestre de 2025 (alcanzando el 13% en sectores bajos), evidencia que los mecanismos de mercado por sí solos no están logrando sostener el bienestar.

La sostenibilidad del modelo económico en el largo plazo se vuelve cuestionable cuando la mitad de la población recurre a medidas de emergencia para subsistir.