Reforma laboral: previsibilidad pero sin nuevos puestos
Para la conducción de la CEM, los cambios legislativos que se debaten a nivel nacional son vistos como una herramienta de modernización, pero no como un motor de reactivación a corto plazo. Fachinello fue tajante al señalar que la reforma «no va a traccionar inmediatamente» la toma de nuevos empleados, aunque sí podría otorgar mayor previsibilidad a las decisiones empresariales al intentar frenar la «industria del juicio».
El peso de la litigiosidad: El dirigente señaló que muchas pymes están al borde de la quiebra por la presión de los abogados y la gran cantidad de juicios laborales. Si bien celebró que el mayor control en las ART ha comenzado a bajar los índices de conflicto, insistió en que legislar sobre este punto es vital para evitar que el riesgo legal siga destruyendo empresas.
Costo laboral vs. Salario: Desde el sector empresarial aclaran que el objetivo no es reducir el salario de bolsillo del trabajador, sino bajar la «gran depresión» que generan los costos no salariales y las cargas laborales que asfixian la rentabilidad.
Falta de consenso: Fachinello reclamó que el proceso de reforma debe ser gradual y consensuado con los dirigentes políticos, asegurando que las propuestas de las economías regionales sean efectivamente tenidas en cuenta para garantizar la inclusión social.
El fantasma de enero y febrero: un verano de supervivencia
La mayor preocupación de la entidad gremial empresaria radica en cómo transitar el primer bimestre de 2026. Históricamente, enero y febrero son meses de baja actividad estacional, pero en el actual contexto de recesión, la situación se ha vuelto crítica para los sectores motores de la provincia como la forestoindustria y la yerba mate.
Suspensiones y vacaciones: En el sector de la madera ya se registran bajas de horas y suspensiones de personal. Las empresas están enfrentando serias dificultades para organizar el pago de vacaciones e incluso el aguinaldo, el cual analizan pagar en cuotas debido a la falta de liquidez.
Agotamiento del financiamiento: El sector advierte que el cupo de financiamiento propio a través de cheques se ha terminado. Las pymes están operando con tasas de interés que, en el caso de las tarjetas, rondan el 100%, y se ven obligadas a tomar créditos con tasas del 50% solo para cubrir el pago de los sueldos y aguinaldos.
El factor fronterizo: El fin de la ventaja competitiva en las fronteras, sumado a las trabas para compradores extranjeros en localidades como Bernardo de Irigoyen, ha cortado el ingreso de divisas, agravando la falta de circulante.
Fachinello concluyó que, sin ventas por la caída del consumo y con un endeudamiento creciente, la rentabilidad de los negocios es insuficiente para afrontar los costos financieros actuales. El escenario para el verano misionero se perfila como un «fin de ciclo» donde la supervivencia de las pymes dependerá de la celeridad con la que el gobierno de Javier Milei implemente medidas que alivien no solo el marco laboral, sino también la asfixia financiera que hoy impide ver un horizonte de crecimiento.

