Argentina / Economía | Cuatro meses de caída interanual en ventas de supermercados exponen el ajuste del bolsillo misionero

Los datos del consumo minorista en Misiones han encendido una luz de alarma social. Por cuarto mes consecutivo, las ventas en supermercados de la provincia registraron una caída interanual, revelando una tendencia de deterioro sostenido del poder adquisitivo de los hogares. Lejos de ser un dato técnico, la estadística del Instituto Provincial de Estadísticas y Censo (IPEC) se convierte en la radiografía de una población que se ve obligada a reducir drásticamente su changuito. El dato se destaca aún más ya que la ventas del año pasado fueron mínimas.

Según la Encuesta de Supermercados del IPEC (supervisada por el INDEC), las ventas de agosto de 2025 cayeron un 0,6% respecto a julio y un 0,5% en comparación con el mismo mes del año anterior, medidas a precios constantes (eliminando el efecto de la inflación para medir el volumen real de compra).

La Caída No Es Pareja: El Alimento Básico, el Más Castigado

El análisis por rubros es el más revelador y doloroso. La caída del consumo no se concentra en gastos superfluos, sino que golpea directamente a la canasta básica alimentaria, forzando a las familias a consumir menos o a buscar alternativas de menor calidad.

Los desplomes más dramáticos se observaron en los siguientes rubros esenciales, confirmando la emergencia económica:

Alimentos preparados y rotisería sufrieron la caída más pronunciada, con un -25,2%, indicando que las familias eliminan los servicios de comida rápida y delivery por considerarlos un lujo inabordable.

El rubro Carnes cayó un alarmante -16,6%, una confirmación estadística de la expulsión de este alimento tradicional de la dieta, especialmente tras los recientes y drásticos aumentos de precio.

La compra de Artículos de limpieza y perfumería retrocedió un -10,0%, una señal de que se prioriza la compra de alimentos por sobre productos esenciales de higiene.

Incluso rubros básicos como Lácteos (-2,8%) y Panadería (-0,6%) registraron números negativos, lo que sugiere una reducción en la compra de productos fundamentales para la nutrición infantil y familiar.

Otros rubros, como Alimentos preparados y rotisería (-25,2%), Carnes (-16,6%) y Otros (-13,5%), consolidan el panorama de contracción.

El desplome de la compra de carne y lácteos resulta particularmente crítico, pues demuestra que los precios, impulsados por la inflación y la lógica exportadora (agravada por el contexto macroeconómico del gobierno del ultraderechista Javier Milei), han superado el umbral de lo que el salario puede pagar.

El Escape a la Crisis: ¿Reequipamiento o Precios de Oportunidad?

Mientras la mesa familiar se achica, algunos rubros no esenciales mostraron un fuerte crecimiento, aunque con una lectura cautelosa: Indumentaria, calzado y textiles para el hogar subieron un 64,0% y Electrónicos y artículos para el hogar un 37,9%. Este aparente crecimiento contrasta fuertemente con la contracción de los alimentos, y podría explicarse por una ola de compras defensivas de bienes durables (como refugio ante la pérdida de valor del dinero), o por liquidaciones y ofertas puntuales.

En conclusión, el dato del IPEC no es solo una cifra: es la confirmación de que la pérdida de poder adquisitivo es estructural y que el ajuste macroeconómico se está pagando con menos comida y menos productos de primera necesidad en el hogar misionero.