Argentina / Economía / Sociedad | Trabajar y no comer: El 15% de los asalariados sufre inseguridad alimentaria en la Argentina de Milei

Un demoledor informe de la UCA revela la magnitud de la crisis social: la inseguridad alimentaria golpea a casi el 10% de los trabajadores formales y al 14,1% de los empleados públicos. La precarización es tal que tener un empleo ya no garantiza la comida diaria.

Los números expuestos por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) dibujan un escenario de colapso social y laboral. En la Argentina de 2025, bajo el plan de ajuste del ultraderechista presidente Javier Milei, la crisis no solo castiga a los desocupados, sino que devora el poder adquisitivo de quienes tienen un trabajo formal.

El dato central es una sentencia: el 15% de los trabajadores asalariados del país sufre inseguridad alimentaria, es decir, no logran alimentarse de manera adecuada y suficiente.

La Inseguridad Alimentaria Trascendió la Precarización

Si bien la inseguridad alimentaria azota con especial violencia a los trabajadores del sector informal (donde la incidencia llega al 24%), la magnitud del problema en el sector formal revela que el fenómeno ha trascendido la mera precarización. Un impactante 9,8% de los empleados formales (incluyendo el 7% de formales privados) y el 14,1% de los empleados públicos padece esta carencia alimentaria.

El informe de la UCA es categórico: esta afectación en empleados con ingresos relativamente estables «refleja un problema que trasciende la mera inserción laboral». En la práctica, significa que la brutal pérdida del poder adquisitivo por la inflación descontrolada y el ajuste salarial ha roto la conexión histórica entre trabajo y bienestar.

El Mapa de la Angustia Social

El estudio detalla el perfil de los más vulnerables, con datos que claman por una intervención urgente.

El impacto es drástico para los trabajadores pobres, donde el 38,6% sufre inseguridad alimentaria, una cifra que contrasta con el 6,9% de los trabajadores que no son considerados pobres. La brecha educativa es devastadora: mientras que el 34% de quienes tienen secundario incompleto padece esta carencia, el porcentaje cae al 4,6% en universitarios.

En cuanto a la geografía, el Conurbano bonaerense se consolida como el foco de la emergencia social, afectando al 18,9% de sus trabajadores, muy por encima del 14,8% del Interior y el 7,1% de CABA. Además, la subocupación también es un factor crítico: los subocupados (21,1%) son los más afectados, por encima de los sobreocupados (13,3%) o quienes cumplen jornada completa (12%).

Frente a esta catástrofe social documentada por la UCA, que se suma a la noticia de que el Salario Mínimo solo cubre 20 días de alimentos básicos, la pregunta que resuena es qué tan lejos está dispuesto a llevar el gobierno ultraderechista sus políticas de ajuste antes de que la crisis alimentaria arrastre a la mitad de la fuerza laboral argentina.