El gobierno británico propuso retomar «cuanto antes» con Quito el diálogo sobre Julian Assange, que permanece asilado en la Embajada ecuatoriana en Londres desde el pasado mes de junio, cuya extradición es solicitada por la justicia sueca.
«Queremos seguir nuestro diálogo con el Gobierno de Ecuador. Creemos que nuestros dos países deberían ser capaces de encontrar una solución diplomática», dijo el ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, en una declaración escrita reproducida hoy por la agencia española Europa Press.
Ambos países llevan meses entrampados en un difícil desacuerdo originado en el caso de Assange, fundador de Wikileaks, buscado en Suecia por supuestos delitos sexuales y sobre quien pesa una orden de arresto en Reino Unido, país que se niega además a extender el salvoconducto para que éste abandone suelo británico.
Assange se refugió en la legación ecuatoriana para evitar su extradición y el país sudamericano le concedió el mes pasado asilo diplomático.
Hague quiere que Londres y Quito retomen unas conversaciones que, de momento, se vislumbran estancadas.
«Hemos invitado al Gobierno de Ecuador para reanudar, cuanto antes, las discusiones que hemos mantenido hasta la fecha», explicó el canciller británico, quien no obstante no varió un ápice la postura de su Ejecutivo.
Las autoridades británicas defienden su legitimidad para arrestar a Assange -que violó la libertad condicional al refugiarse en la Embajada- y extraditarle a Suecia.
Por otra parte, Hague tachó de «completamente infundada» la «insinuación» de que se pueden violar los derechos de Assange si se le extradita a Suecia, así como las sospechas sobre su envío a Estados Unidos.
En este sentido, ha alegado que tanto Reino Unido como Suecia aplican «los máximos estándares» en materia de «protección de Derechos Humanos», según informó la BBC.
Assange cobró fama mundial en el año 2010 al difundir desde su portal Wikileaks miles de documentos sobre las guerras en Afganistán e Irak, y poco después, un cuarto de millón de cables diplomáticos estadounidenses, lo cual indignó a Washington y desestabilizó la diplomacia norteamericana en todo el mundo.