El primer ministro fue el artífice de un duro ajuste, que incluyó una mayor precarización laboral y una reforma sobre las pensiones. Para la Comisión Europea, Monti es «una garantía» para la continuidad de la «austeridad». El anuncio de la dimisión del primer ministro italiano, Mario Monti, por falta de apoyo del partido de su antecesor, Silvio Berlusconi, sacudió a la bolsa de Milán y preocupó a los políticos.
La Bolsa de Milán se desplomó 2,3% luego de iniciar la jornada, mientras el riesgo país de Italia subía 33 puntos y se elevaba el interés de los bonos de deuda como reacción a la posición de Monti, quien dijo que renunciará de manera indeclinable luego de aprobada la ley de presupuestos.
El sacudón bursátil hizo que la bolsa milanesa decidiera suspender una decena de títulos para evitar una mayor caída, señaló la agencia Efe.
La incertidumbre que se desató en Italia con el anuncio del primer ministro se reflejó también en el índice de riesgo país, que se disparó a 365 puntos tras haber cerrado el viernes en 323 después de una semana que había descendido hasta los 300 puntos.
Algo semejante sucedió con el rendimiento de los bonos, cuyas tasas treparon de 4,5% a 4,8%.
Monti se había erigido como el «defensor del riesgo país» después de haber heredado su puesto en noviembre, cuando dimitió Berlusconi y la prima de riesgo rondaba los 575 puntos.
El anuncio de su renuncia, que se poduciría antes de fin de año, provocará la inmediata disolución de las cámaras legislativas y la convocatoria a nuevas elecciones, probablemente para mediados de febrero.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, se manifestó preocupado en una entrevista a una radio francesa ante la incertidumbre política en Italia que a su juicio amenaza la estabilización que se había conseguido en ese país, y por extensión en la zona euro.
«Mario Monti, apoyado con una gran coalición, ha estabilizado Italia» desde fines de 2011, y «la estabilización de Italia ha estabilizado Europa por entero», declaró.
El PIB cayó 0,2 por ciento respecto del trimestre anterior y la recesión ya lleva un año
Schulz también había manifestado su preocupación por la vuelta de Berlusconi, quien anunció que se presentará a las próximas elecciones, al considerar que «crea una amenaza a la inestabilidad de Italia y de toda la Unión Europea».
Asimismo, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, pidió a Italia que las próximas elecciones «no se conviertan en un pretexto para dudar de lo indispensable que son las medidas adoptadas» por el gobierno de Monti, responsable de un severo programa de ajuste respaldado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
En una entrevista publicada en el diario italiano «Il Sole 24 ore», Durao Barroso instó a los italianos a que en vista de la próxima campaña electoral «no caigan en la ilusión de que existen soluciones rápidas o mágicas» para salir de la crisis.
Monti adoptó duras medidas de ajuste y aprobó una serie de impopulares reformas laborales y de pensiones. Berlusconi criticó su política y se espera que lleve a cabo una campaña contraria a estos ajustes.
«Si tengo que expresar mis sentimientos ahora, tengo que decir que estoy muy preocupado», comenta Monti a La Repubblica, al tiempo que indica que decidió anunciar su dimisión en un fin de semana para darle a los mercados tiempo para digerir «la eventual caída, a la espera por supuesto de que no haya ninguna».
Mientras tanto, hoy se conocieron los datos del tercer trimestre en Italia, en el que la economía siguió contrayéndose.
De julio a septiembre el Producto Interno Bruto (PIB) cayó 0,2 por ciento respecto del trimestre anterior, según la oficina de estadísticas Istat, con lo que la economía italiana lleva ya un año en recesión.
En comparación con el mismo periodo de 2011, el PIB se contrajo 2,4 por ciento.