El abogado Juan Esteban Glinka apareció muerto el miércoles por la mañana en un departamento del barrio posadeño de Tajamar. Dicen que de causas naturales, habría sido por un fulminante paro cardíaco. El letrado cargaba con una pesada historia de causas penales en su contra.
El hallazgo de su cuerpo se produjo en un departamento ubicado en inmediaciones de la esquina de Lavalle y calle 22 de septiembre, de Posadas. El juez Fernando Verón ordenó una autopsia y todas las pericias criminalísticas que demanda un caso de «muerte dudosa».
Fueron varias las veces que estuvo como imputado, detenido, procesado y condenado por denuncias de estafas de sus propios clientes. Estuvo preso en Misiones, Chaco y Corrientes.
En 1997 fue condenado por un Tribunal oral de Posadas a la pena de diez años de prisión: lo encontraron responsable de los delitos de «robo con armas, tres hechos» y «cohecho activo agravado», todos en concurso real. Como en todas las causas penales que enfrento, Glinka ejerció su autodefensa.
Apenas ingresaba a una celda, pedía a sus carceleros un fajo de papel y una máquina de escribir. Desde allí ejercía su defensa con el único respaldo de saber -casi de memoria- los artículos del Código Procesal y Penal, que necesitaba para plantear una excarcelación o recursos de quejas.
Ya en el nuevo milenio soporto varios años de cárcel, en forma transitoria, por causas de estafas y defraudaciones.
El ultimo caso donde apareció involucrado penalmente data de mediados de junio del 2009. Lo acusaron de falsificar la firma del ex juez José Luis Rey, en la confección de cheques judiciales para cobrar en la ventanilla del Banco.Un cliente de Glinka pretendió cobrar 5 millones de pesos en efectivo, en la entidad bancaria y nuevamente el abogado apareció involucrado en la maniobra defraudatoria.
Al momento del deceso Glinka tenía su matrícula suspendida.