Francisca López Aquino de Godoy, docente jubilada señaló que tenía ganas de colaborar como pueden hacerlo otras personas, acá siempre hacen falta cosas, un día leyó en el diario sobre las necesidades y se contactó con la gente de Copani por eso donó un terreno, con el cual se hizo una sala de atención.
Francisca relató también: «cuando vi lo realizado me siento feliz por lo que se hizo, hay muchos niños que necesitan ayuda, los que tienen deben solidarizarse, la sensación es muy linda. Cuando me enteré que la cooperadora del hospital necesitaba ayuda, me comuniqué con una de las señoras que trabajaba aquí y ahí hicimos esto. Yo estuve alguna vez internada en este lugar, internada hace muchos años, conozco las necesidades y el servicio que prestan, por eso inicié esto hace un año. Ahora voy a seguir ayudando, mi familia está conforme con lo que hago, porque los bienes materiales sirven para socorrer».