Argentina / Política / Economía | «Voto del Bolsillo»: La cruda realidad socioeconómica a días de la elección del domingo

A días de que se celebren las elecciones, los indicadores económicos que el Gobierno del ultraderechista Javier Milei intenta presentar como sus "cartas fuertes" —la desaceleración de la inflación y la supuesta baja de la pobreza— chocan violentamente contra un panorama de deterioro generalizado en el poder adquisitivo, el empleo y las jubilaciones, configurando un "voto del bolsillo" que parece inclinarse decisivamente en contra de la gestión actual.

La situación es más compleja que una simple lectura superficial de las estadísticas oficiales:

Salarios y Empleo: Una Crisis Disfrazada de «Reordenamiento»

El termómetro del salario marca una clara regresión: el poder adquisitivo de los ingresos se encuentra por debajo del umbral de noviembre de 2023, cuando asumió la administración libertaria.

Castigo al Sector Público: La caída es particularmente brutal para los empleados públicos, cuyos haberes sufrieron un derrumbe real del 14%. Los privados registrados, si bien se mantuvieron casi sin variación real, apenas lograron una recuperación plena tras la pérdida inicial, situándose en un punto de partida ya deprimido.

Destrucción de Puestos Formales: Lejos de exhibir fortaleza, el mercado laboral es uno de los «indicadores más débiles» del Gobierno. El empleo asalariado registrado acumuló una caída de 61.800 puestos desde el inicio de la gestión Milei. En términos de números absolutos, la pérdida de empleo total ya supera los 200.000 puestos.

Informalidad Récord y Desempleo Disparado: El desempleo se ubicó en el 7.6% en el segundo trimestre, siendo el valor más alto para ese período desde la salida de la pandemia, mientras que la precarización laboral se consolidó. La tasa de informalidad trepó del 41.6% al 43.2% de la población económicamente ocupada, sumando cerca de 226.000 trabajadores informales en un año. En aglomerados como Córdoba, Tucumán y Santa Rosa, más del 30% de los trabajadores están buscando activamente otro empleo.

Jubilados: Los Grandes Perdedores del Ajuste

Los adultos mayores se encuentran entre los sectores más damnificados.

Pérdida Aguda en la Mínima: Los jubilados que perciben el haber mínimo están en una situación de extrema vulnerabilidad. La caída de su poder adquisitivo real asciende a un 5% solo por el estancamiento del bono de $70.000, que no se actualiza desde abril de 2024. Este cálculo, además, no refleja la pérdida real, ya que el índice de precios utilizado subestima el impacto de las tarifas.

Recuperación Engañosa: Si bien los jubilados que no cobran bono (haberes superiores a $396.298) lograron una mejora real del 10%, esta se dio tras una caída inicial estrepitosa en 2024, y se ve mitigada por la reducción de la cobertura del PAMI. En perspectiva, desde 2017 el haber jubilatorio ya acumula una pérdida real del 41%, un descalabro histórico.

Pobreza y Consumo: Los Datos que No Cierran

El Gobierno insiste en destacar la baja de la pobreza y la indigencia, pero los expertos advierten sobre problemas metodológicos y una realidad subyacente que desmiente el optimismo.

Salto sin Recuperación Formal: La reducción de la pobreza no se debe a la «recuperación» de los ingresos formales, sino al crecimiento de los salarios informales y a una menor inflación en productos de primera necesidad. Sin embargo, los salarios formales promedian el mismo umbral de noviembre de 2023.

Aplastamiento del Consumo Masivo: El consumo masivo muestra señales de alarma. Las compras en supermercados y mayoristas cayeron más del 4% interanual en septiembre, marcando el segundo descenso mensual consecutivo. Si bien el consumo total se mantiene positivo, esto se explica por el aumento en bienes durables, lo que no refleja la asfixia cotidiana de las familias.

Morosidad Récord: Como reflejo directo de la caída de ingresos, la morosidad de las familias ha tocado un récord en 15 años, agravada por las altas tasas de interés. La confianza del consumidor, por su parte, se ha desplomado.

El panorama, según la economista Rocío Bisang de EcoGo, es que «el bolsillo de muchas familias llega algo complicado a las elecciones, aunque con heterogeneidades», a lo que se suma el «ruido político y la volatilidad de la macroeconomía». La conclusión es lapidaria: el deterioro acumulado de los ingresos de trabajadores registrados y jubilados equivale, en promedio, a la pérdida de dos meses de ingresos durante la gestión del ultraderechista Milei, un dato que el próximo domingo tendrá, sin duda, su impacto en las urnas.