Argentina / Economía / Política | Libertarios llevan retenciones a cero por 40 días y gobernadores tildan la medida de electoralista

El Gobierno del presidente ultraderechista Javier Milei anunció la quita de retenciones a la exportación de granos y carnes hasta el 31 de octubre, una medida que podría tener un costo fiscal de hasta US$1.800 millones, lo que equivale al 46% del superávit primario previsto en el Presupuesto 2026. Esta decisión se toma una semana después de que el Banco Central gastara US$1.100 millones para contener la presión sobre el tipo de cambio. La medida ha sido fuertemente criticada por los gobernadores de Provincias Unidas, que la calificaron de "electoralista" y exigieron una solución definitiva.

La quita de retenciones busca incentivar la liquidación de divisas para frenar la sangría de dólares, que solo la semana pasada llevó a la pérdida de más de US$1.100 millones en tres días. Si bien la medida podría traer un respiro al mercado cambiario, los analistas dudan de su efectividad a largo plazo. Según consultoras como Max Capital, el objetivo principal es «preservar el ancla cambiaria» a costa de la «ancla fiscal», lo que podría alejar al Gobierno de la meta de superávit acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Desde el sector agropecuario, la reacción ha sido variada. Si bien el campo ha reclamado históricamente la eliminación de las retenciones, los líderes de las entidades rurales como Nicolás Pino y Carlos Castagnani, han manifestado su apoyo a la decisión, aunque con reparos. Señalan que la medida demuestra que se trata de un «impuesto injusto» y esperan que no sea solo un parche temporal, sino el inicio de una política de eliminación permanente de estas cargas impositivas.

La crítica más dura, sin embargo, provino del frente Provincias Unidas, liderado por los gobernadores de la Región Centro. Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Martín Llaryora (Córdoba) calificaron la medida como «electoralista» y una «solución transitoria» que no resuelve los problemas de fondo. Expresaron que las retenciones deben eliminarse «por convicción, no por necesidad», y no con el único fin de «financiar fuga de capitales».

El anuncio del Gobierno, que sorprende a los gobernadores en la previa de una cumbre, pone de manifiesto la tensión entre las provincias y la administración de Milei, que busca reconstruir puentes en un contexto de desgaste político. La medida, que se percibe como un intento de apaciguar el frente económico antes de las elecciones, podría no ser suficiente para calmar las aguas y ganar el respaldo de los gobernadores, que han endurecido su postura ante el ajuste fiscal que impacta directamente en sus arcas. La