Argentina / Economía | Morosidad en tarjetas se dispara más del 100 % y el acceso al crédito es imposible en Argentina

El duro ajuste económico impulsado por el gobierno del presidente ultraderechista Javier Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, está mostrando una de sus caras más crudas. Como consecuencia de la estrategia de mantener altas las tasas de interés para contener al dólar, los argentinos se enfrentan a un escenario financiero cada vez más asfixiante. La morosidad en tarjetas de crédito y préstamos personales ya supera el 5% y no deja de crecer, una señal alarmante de que el endeudamiento de las familias se ha vuelto insostenible.

Según datos oficiales, la mora en tarjetas de crédito alcanzó un preocupante 4,2% en mayo, más del doble que hace un año, mientras que en préstamos personales trepó a 5,6%. La tendencia, advierten los especialistas, es que la situación empeore aún más.

El golpe al bolsillo de los argentinos no es solo por la inflación. Las tasas nominales anuales para saldos impagos de tarjetas de crédito ya rondan entre el 76% y el 90%, lo que, sumado a los impuestos, eleva el costo financiero total (CFT) a más del 100%. En el caso de los préstamos personales, el CFT puede superar el 140%.

La situación se agrava por la presión impositiva, que suma IVA e Ingresos Brutos al interés pactado. Los salarios no han acompañado este ritmo, y la combinación de inflación persistente con ingresos rezagados ha creado una «bola de nieve» de deuda de la que las familias argentinas, que dependen cada vez más del crédito para sostener su consumo, no pueden escapar.

Mientras los bancos señalan que los clientes con ingresos estables aún pueden acceder a mejores condiciones, aquellos con salarios más inestables son los que enfrentan el mayor impacto.

En medio de este escenario, las proyecciones privadas anticipan que la morosidad continuará su escalada durante el resto del año, lo que plantea un desafío crucial para los hogares. Endeudarse ya no es una alternativa para salir a flote, sino un riesgo cada vez mayor, una consecuencia directa del plan económico del gobierno de Javier Milei.