La subida del 6% del dólar en la última semana, sumado a un alarmante 13% en julio, ha llevado la divisa a niveles récord. Esta situación, lejos de ser contenida eficazmente, provocó que el Banco Central (BCRA) saliera a «secar la plaza de pesos» mediante un aumento de los encajes, una medida que no logra contener la espiral inflacionaria que asfixia a la población.
Nuevos Golpes al Bolsillo: Alimentos, Bebidas y Limpieza Más Caros
Desde este mismo 4 de agosto, las principales compañías de alimentos, bebidas, artículos de limpieza, higiene y tocador aplicarán estos nuevos incrementos. La Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) ya distribuyó las listas de precios a supermercados y comercios, donde los aumentos se reflejan en todos los rubros esenciales.
Grandes marcas como Arcor incrementarán sus precios entre 3% y 5%, mientras que Mondelez subirá entre 7% y 9% en toda su gama de productos. La multinacional Unilever no se queda atrás, anunciando un aumento del 8%.
En el sector de higiene, Softys (fabricante de papeles Élite, pañales Babysec y protectores Ladysoft) aplicará un 7% de aumento. Por su parte, Mastellone (La Serenísima) y Danone, aunque con subas ligeramente menores (4% y 3,5% respectivamente), también contribuyen al encarecimiento de la canasta básica. Las aceiteras como Aceitera General Deheza y Cañuelas aumentarán un 5%, y SC Johnson modificará sus valores subiéndolos un 7%.
Además, los comercios de barrio verán incrementos de hasta 8% en cigarrillos, y se esperan subas en harinas, galletitas y panificados, productos fundamentales en la mesa de los argentinos.
Consumidores al Límite y Negociaciones Agotadas
Frente a este panorama desolador, donde la falta de dinero en los consumidores es una realidad palpable, el sector supermercadista busca desesperadamente que los ajustes «estén más cerca del 5% que del 10%». Sin embargo, la confirmación de que incluso compañías alimenticias de primera línea ya acercaron listas con subas del 4% al 8% presagia un escenario difícil.
La situación se vuelve cada vez más insostenible para las familias, que ven cómo sus salarios se pulverizan frente a una inflación descontrolada y un gobierno que, con sus políticas, agrava la ya crítica situación económica.