Pero la dedicatoria del Nobel a Donald Trump, lejos de apaciguar, ha encendido rechazos feroces, especialmente de regímenes aliados a Maduro y activistas de izquierda, que la tildan de «fascista» y «belicista».Nicolás Maduro, furioso, respondió con maniobras militares en el Caribe, ante el despliegue naval de EE.UU. «Es un premio al golpe de Estado», espetó, acusándola de conspirar con «imperialistas».
En X, su eco resonó: el presidente cubano Miguel Díaz-Canel lo llamó «Nobel vergonzoso», equiparándolo a un aval a «criminales de guerra».
Gustavo Petro, mandatario colombiano, envió una carta abierta a Machado cuestionando su alianza con Netanyahu y Trump: «¿Cómo un genocida podría ayudar a la paz en Venezuela? ¿No es mejor un Caribe sin invasiones?». Petro, ve en esto una «barbarie» que ignora soberanías.
La izquierda internacional no se quedó atrás.
Medea Benjamin, cofundadora de CodePink y activista pacifista, tuiteó: «Un Nobel para la misma ultraderechista que aplaudió un golpe, pidió ayuda a Netanyahu y respaldó sanciones que matan de hambre a su gente. Si esto es ‘paz’, la palabra perdió sentido».
La Flotilla Sumud, pro-palestina, arremetió: «El Nobel ahora va a quienes aplauden crímenes de guerra».
En México, Claudia Sheinbaum guardó «sin comentarios» ante el premio, pero usuarios en X la acusaron de hipocresía: «Rabia porque Maduro cae», ironizó, citando su silencio como «envidia a una verdadera líder».
Incluso la Casa Blanca de Trump generó confusión: inicialmente, un portavoz denunció que el Comité priorizó «política sobre paz» al no dárselo a Trump.
Horas después, Trump felicitó a Machado, quien lo llamó para «aceptarlo en su honor».
Pero el pulso en X revela grietas: ¿es Machado heroína o peón de Washington? Su video de sorpresa –»¡No lo creo, Dios mío!»– humaniza, pero su llamado a «liberar Venezuela con Trump» polariza, se señala en theguardian.com
En Oslo, el Comité insiste: «Machado encarna coraje civil en Latinoamérica».
Mientras, en Caracas, la oposición marcha: «¡Venezuela será libre!». El Nobel, irónicamente, podría precipitar la tormenta que Machado tanto anhela –o teme–: ¿paz o invasión? El Caribe contiene el aliento.
Breve biografía de María Corina Machado
Nacida en 1967 en Caracas, ingeniera industrial de Harvard, fundó el movimiento Súmate en 2002 para defender el voto en el referéndum contra Chávez. Elegida diputada en 2011, inhabilitada por el régimen en 2023, lideró las primarias opositoras con 92% de apoyo. Apoyó a Edmundo González en las controvertidas elecciones de 2024, donde denunció fraude masivo.
Vive en la clandestinidad, perseguida por «traición», pero inspira millones con su llamado a la libertad.
El Nobel la reconoce por «mantener viva la llama de la democracia en la oscuridad».
El anuncio del Comité Nobel el 10 de octubre de 2025, otorgando el Premio de la Paz a María Corina Machado, no fue un mero galardón: fue una bomba geopolítica.
Premiada por su «lucha incansable por derechos democráticos y transición pacífica de la dictadura», la opositora venezolana dedicó el honor a Donald Trump, alabando su rol en «ocho guerras resueltas» y su apoyo a Venezuela. (reuters.com)
Nobel de la Paz: latinoamericanos que precedieron a María Corina Machado
1. Carlos Saavedra Lamas (Argentina), 1936
Carlos Saavedra Lamas tuvo un papel importante en el ingreso de Argentina a la Sociedad de Naciones.
Saavedra ganó el Nobel de la Paz en 1936 y fue el primer latinoamericano en ser reconocido con este galardón.
El político argentino fue ministro de Relaciones Exteriores de su país, presidente la Asamblea de la Sociedad de Naciones (antecesora de Naciones Unidas) y mediador entre Bolivia y Paraguay después de la Guerra del Chaco, que transcurrió entre 1932 y 1935.
El Comité Noruego le entregó el premio por su contribución en las negociaciones de paz en este conflicto.
Saavedra murió en Buenos Aires en 1959.
2. Adolfo Pérez Esquivel (Argentina), 1980
En 1980 otro argentino ganó el Nobel de la Paz. Tras el golpe militar de 1976 encabezado por Jorge Rafael Videla, Pérez Esquivel dirigió el Servicio de Paz y Justicia, una organización de denuncia de la violencia del régimen y de defensa de los derechos humanos.
En 1977 estuvo encarcelado por 14 meses y fue torturado por los militares de Argentina.
Adolfo Pérez Esquivel también fue detenido por el ejército brasileño dos veces, en 1975 y 1981.
Para el Comité Noruego del Nobel, Pérez Esquivel había encendido «una luz en la oscuridad de la violencia en su país».
3. Alfonso García Robles (México), 1982
Alfonso García Robles fue llamado «Mister Desarme» en una conferencia de la ONU.Este diplomático ganó el Nobel de la Paz en 1982 por su esfuerzo para que América Latina fuera una región libre de armas nucleares.
Después de la crisis causada por el descubrimiento de misiles rusos en Cuba, en 1962, García Robles fue uno de los principales promotores del Tratado de Tlatelolco, un acuerdo para que no exista este tipo de arsenal en la región, y que fue firmado por 14 países en México en 1967.
Fue un participante destacado en las sesiones de Naciones Unidas sobre el desarme de los países. Murió en 1991.
4. Óscar Arias Sánchez (Costa Rica), 1987
Óscar Arias, presidente de Costa Rica de 1986 a 1990 y de 2006 a 2010, buscó poner fin a la injerencia extranjera en las guerras civiles de América Central. Arias fue elegido presidente de Costa Rica en 1986 y en 1987 fue galardonado con el Nobel de la Paz.
Recibió el premio por su trabajo para poner fin a las guerras civiles que se desarrollaban en América Central, en países como Nicaragua y El Salvador.
Sus esfuerzos dieron como resultado un plan de paz firmado por estos dos países, el suyo y por Guatemala y Honduras.
5. Rigoberta Menchú (Guatemala), 1992
Rigoberta Menchú es conocida en todo el mundo por su defensa de los pueblos indígenas en Guatemala y por su lucha contra la violencia ejercida por los gobiernos militares que rigieron su país.
Varios miembros de la familia de Rigoberta Menchú fueron asesinados por los militares en Guatemala.
En 1992 recibió el Nobel de la Paz y fue nombrada embajadora de Naciones Unidas para los pueblos indígenas del mundo.
6. Juan Manuel Santos (Colombia), 2016
Juan Manuel Santos logró un histórico acuerdo de paz con las FARC, pero fue rechazado en un plebiscito por los colombianos. El expresidente de Colombia Juan Manuel Santos fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz 2016 por sus esfuerzos por acabar con el conflicto armado que se prolongó durante más de cinco décadas en el país sudamericano.
«El Comité Noruego del Nobel decidió otorgarle el Premio Nobel de la Paz al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por sus decididos esfuerzos para acabar con los más de 50 años de guerra civil en el país, una guerra que ha costado la vida de al menos 220.000 colombianos y desplazado a cerca de seis millones de personas», explicó en 2016 la coordinadora del comité, Kaci Kullman Five.
En conversación telefónica con los miembros del Comité Noruego, Santos dijo entonces: «Recibo este premio en nombre del pueblo, pero especialmente de las víctimas del conflicto en Colombia».