Argentina / Sociedad | Llamada a la acción en Misiones: La vulnerabilidad suicida aumenta en niños y adolescentes

El 60% de los casos notificados de conducta suicida son jóvenes de 10 a 29 años, y la CAIS advierte: los intentos se registran cada vez más en niñas y niños de 10 a 14 años, siendo la violencia y el abuso los principales detonantes. La sociedad adulta debe romper el silencio y actuar. Las líneas de Ayuda Inmediata (24/7) son de Emergencia General: 911 y la línea de Atención en Crisis del IPS (Misiones): 3765-481000 (Disponible para toda la comunidad, 24 horas al día, los 365 días del año). Si vos, o alguien que conozcas está en una crisis de desesperanza o riesgo inminente, no espere en comunicarse.

La preocupación se ha convertido en una alerta grave en Misiones, donde las cifras de conductas suicidas ya no solo conmueven, sino que obligan a la sociedad a confrontar un fenómeno que se instala en la niñez y la pre adolescencia. La Comisión para el Abordaje Integral del Suicidio (CAIS) ha encendido las luces rojas ante el registro de intentos de suicidio en niñas y niños de tan solo 10 a 14 años, un dato que demanda una acción urgente y el compromiso ineludible de la comunidad adulta.

Según los registros analizados, la psicóloga Natalia Falcone de la CAIS subraya la gravedad de la situación: el 60% de las notificaciones por conductas suicidas en la provincia corresponden al grupo etario de 10 a 29 años. Si bien el pico se mantiene entre los 15 y 19 años, es la aparición de casos en el grupo de 10 a 14 años lo que genera una profunda alarma.

“Es importante notar que ya estamos registrando muchos casos en niños y púberes, que van entre los 10 y los 14 años”, señaló Falcone, remarcando que estos números obligan a un trabajo específico y focalizado en esta franja etaria.

La Raíz del Desamparo: Violencia y Abuso

La psicóloga explicó que, a diferencia de los adultos, los menores viven el malestar con una intensidad que perciben como permanente e insuperable.

“El niño y el adolescente viven mucho más el presente. Esto que le está pasando es terrible, insoportable, y siente que no lo va a poder cambiar. No tienen tan a mano la idea de un futuro diferente”, detalló.

El factor detonante en este grupo es especialmente crítico. Falcone advirtió que la mayoría de los intentos de suicidio en niños están asociados a contextos de vulnerabilidad extrema:

Violencia y Maltrato: Conflictos intrafamiliares y entornos hostiles.

Abuso Sexual: Una de las causas más oscuras y urgentes a abordar.

Factores de Riesgo en la Escuela: Casos recientes asociados a bullying y aislamiento escolar.

 No Es un «Llamado de Atención»: La Obligación de Escuchar

La CAIS es enfática en que la sociedad debe desechar el mito de la manipulación. Cuando un niño o adolescente verbaliza angustia o desesperanza, no se trata de un «llamado de atención» menor, sino de un pedido de ayuda que salva vidas.

“En niños y adolescentes nuestro rol de adultos es fundamental. Somos los adultos los que debemos cuidar los contextos”, insistió Falcone, enfatizando la necesidad de no minimizar el dolor expresado. “Siempre hay que tomarlo en serio, por más que nosotros creamos que para nosotros ese problema no es importante”.

El trabajo de prevención recae directamente en los adultos, que deben estar atentos a las siguientes señales de alerta:

Aislamiento o encierro marcado.

Irritabilidad y cambios de conducta bruscos.

Abandono de actividades o desinterés en lo que antes disfrutaban.

Expresiones de desesperanza o de sentirse una carga.

Conductas de riesgo (consumo de alcohol u otras sustancias).

La Contención como Primer Auxilio: Qué Hacer

Ante un niño o adolescente en crisis, la reacción inmediata del adulto debe ser la contención y la validación emocional, no el juicio o la racionalización del problema.

Escuchar sin juzgar: El adulto debe mostrar cercanía y evitar minimizar lo que se siente.

Validar la emoción: Permitirle a la persona sentirse mal y expresarlo sin culpa.

Comprometerse a acompañar: De inmediato, buscar ayuda profesional en un centro de salud.

Toda vida es valiosa. Ese es el mensaje central de la CAIS, junto a la convicción de que el suicidio es una «solución definitiva para un problema que es temporal».