Argentina / Política / Economía | Yerba Mate: Costo de producción de materia prima duplica precio pagado a productores

La desregulación impuesta por el gobierno del ultraderechista Javier Milei ha sumido a los productores de yerba mate en Misiones en una situación desesperante. Un informe técnico del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) reveló que el costo de producción del kilo de hoja verde puesta en secadero asciende a $423,99, una cifra que los productores están muy lejos de percibir.

El punto central es de máxima preocupación: los precios reales que se pagan en la chacra son, en la mayoría de los casos, menos de la mitad del costo de producir la materia prima.

La Brecha Insostenible

La actualización de costos del INYM, que sirve de referencia tras la prohibición de fijar precios por parte del organismo, muestra un valor técnico de producción de $423,99 por kilogramo (sin incluir utilidad). Si se sumara una rentabilidad razonable del 30%, el precio de referencia ascendería a $551,19.

La cruda realidad que viven los productores misioneros es la siguiente:

Precios de Pago: La hoja verde se paga entre $180 (zona Centro-Sur) y $280 (zona Norte). En el mejor de los casos, las cooperativas pagan alrededor de $305.

Déficit Real: Esto significa que el productor recibe entre un 40% y un 65% menos de lo que le cuesta producir, y la mayoría ni siquiera alcanza la mitad del valor que le permitiría obtener una mínima ganancia para subsistir.

Esta brecha creciente entre el costo real y los precios pagados condena a los productores a trabajar a pérdida.

Financiación Inaccesible: El Peligro para Secaderos y Productores

El escenario se agrava con una coyuntura financiera asfixiante. Las tasas bancarias superan el 190% anual, volviendo inviable que los secaderos intermedios financien la compra de materia prima a través de créditos.

Esta combinación de altos costos, precios deprimidos y financiamiento inaccesible pone en jaque la sustentabilidad de la cadena yerbatera, amenazando especialmente a los secaderos y productores chicos y medianos, quienes carecen del respaldo financiero necesario para sostener la zafra.

Mientras el INYM cumple con su tarea técnica de actualizar los números, la ausencia de un precio sostén efectivo y la desregulación impuesta por el gobierno ultraderechista de Javier Milei profundizan la distorsión del mercado. El sector atraviesa un período de alta tensión, en el que los productores se ven obligados a vender por debajo del costo, colocando a la actividad en un riesgo inminente si esta distorsión de precios no se corrige urgentemente.