La jugada política busca definiciones de los mandatarios provinciales. Por un lado, se les presenta la oportunidad de conseguir una nueva y más favorable distribución de fondos nacionales, lo que les permitiría aliviar las finanzas de sus provincias. Por otro, deben enfrentar el dilema de ir en contra del gobierno de Javier Milei, quien ha demostrado ser inflexible y poco propenso a ceder, a pesar de los reclamos. La oposición confía en que los gobernadores elegirán apoyar sus reclamos para obtener los beneficios económicos que necesitan.

La ofensiva, liderada por bloques como Unión por la Patria y la Coalición Cívica, se intensificará esta semana con el objetivo de obtener los dictámenes necesarios para llevar los proyectos al recinto el 20 de agosto. La presión se centrará particularmente en los gobernadores del llamado «Grito Federal», entre los que se encuentran Maximiliano Pullaro de Santa Fe y Martín Llaryora de Córdoba.

Hasta el momento, la oposición no cuenta con los dos tercios de los votos necesarios para anular los vetos, lo que ha retrasado el debate. Sin embargo, esperan que la presión sobre los gobernadores, con el incentivo de una mejor distribución de recursos, les permita reunir el apoyo suficiente para revertir las decisiones del presidente ultraderechista Javier Milei.