Argentina / Política / Economía | Crisis económica libertaria: Poder adquisitivo del salario mínimo cae a nivel más bajo desde 2001

El salario mínimo vital y móvil (SMVM) en Argentina sufrió un nuevo y dramático retroceso en agosto de 2025, confirmando la profunda crisis de ingresos desatada bajo la gestión del presidente ultraderechista, Javier Milei. De acuerdo con el último informe del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) de la UBA, el poder de compra del SMVM cayó un 0,5% real en el octavo mes del año y acumula una contracción impactante del 32% desde noviembre de 2023.

La contracción real acumulada alcanza el 32% desde que el ultraderechista Javier Milei asumió la presidencia, ubicando el ingreso básico por debajo del registrado antes del colapso de la Convertibilidad.

La brutal pérdida de valor ubica al salario mínimo en su nivel más bajo desde el año 2001, un registro incluso inferior al que existía previo al colapso de la Convertibilidad. El estudio advierte que, respecto al máximo histórico de la serie (septiembre de 2011), el SMVM ha perdido el 62% de su capacidad adquisitiva.

La devaluación y la recesión como ejes de la caída

La debacle se aceleró a partir de diciembre de 2023, mes en el que el salario mínimo real se desplomó un 15% tras la devaluación implementada por la administración de Milei. La pérdida se profundizó al 17% en enero de 2024. Pese a leves subas nominales posteriores, el retroceso acumulado en lo que va del año 2025 ya llega al 3,7%.

La combinación de esta caída salarial y la ausencia de mecanismos de actualización efectivos que permitan recuperar la inflación, profundizan la fragilidad del mercado laboral y golpean directamente el consumo.

Destrucción de empleo formal en el sector privado

El informe del IIEP-UBA también expone el impacto de la recesión en el empleo formal. En junio de 2025, último dato disponible, el sector privado asalariado perdió 12.200 puestos de trabajo.

Al considerar el conjunto del empleo formal (público, privado y casas particulares), la pérdida neta fue de 4.100 puestos ese mes.

En términos interanuales, junio de 2025 refleja una pérdida de 18.000 empleos formales (-0,2%) respecto a junio de 2024.

La contracción es aún más grave si se compara con noviembre de 2023, acumulando la destrucción de cerca de 190.000 puestos formales (-1,8%).

En un dato que contrasta con la tónica general, el empleo asalariado formal del sector público mostró un incremento de 7.800 puestos en el mismo período, aunque no logró compensar la sangría del sector privado. El estudio concluye que la caída simultánea del ingreso real y la destrucción de empleo formal privado restringe drásticamente la capacidad de recuperación de la demanda interna en el contexto de la crisis económica actual.